Circuló con un turismo 12 kilómetros sentido contrario por la autovía RM-1, en el tramo entre Sucina y San Javier
Varios vehículos tuvieron que maniobrar bruscamente para evitar colisionar
Arrojó un resultado positivo en la prueba de alcoholemia de 0,75 y 0,79 mg/l de aire espirado, tres veces más de la tasa máxima
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha investigado al conductor de un turismo que condujo en sentido contrario y triplicando la tasa máxima de alcoholemia por la autovía RM-1, poniendo en grave riesgo la vida e integridad física de los usuarios de la vía.
Al conductor, interceptado en la autovía de Murcia A-30 (Albacete-Cartagena), a la altura de la entrada a la localidad de Cartagena, se le ha instruido diligencias como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir de forma manifiestamente temeraria haciéndolo en sentido contrario al establecido y otro por conducir un vehículo a motor superando las tasas de bebidas alcohólicas legalmente establecidas, en este caso tres veces.
Los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del pasado lunes, 01 de mayo, cuando la central COTA del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Murcia alertó a las patrullas del Destacamento de Tráfico de Cartagena de que varias personas habían contactado con el teléfono de emergencias 112 para comunicar que un vehículo de color blanco circulaba en sentido contrario al establecido por la autovía RM-1, que une San Javier con Murcia, circulando sentido San Javier por la calzada reservada al sentido Murcia.
Momentos después y sin apenas tiempo, la central COTA continuaba recibiendo llamadas alertando de que el vehículo en cuestión se había salido de la autovía e incorporado de forma correcta a la altura de San Javier, en el kilómetro 777 de la autopista del Mediterráneo AP-7 (Crevillente-Vera), donde a partir de ese momento seguía circulando de manera anómala y zigzagueante dirección Cartagena.
Inmediatamente se estableció el dispositivo correspondiente para la localización del mismo. Una de las patrullas del Destacamento de Tráfico de Cartagena visualizó el vehículo y la persona que lo conducía, consiguiendo detenerlo tras recorrer unos kilómetros intentando que detuviera el vehículo, haciéndolo a la altura del kilómetro 191 de la autovía de Murcia A-30 (Albacete-Cartagena), término municipal de Cartagena.
A continuación, los guardias civiles restablecieron inmediatamente la circulación, que se vio alterada por esta conducción anómala, sacando de la plataforma de la vía al vehículo y conductor infractor un varón, de 63 años, que presentaba claros signos de hallarse bajo la influencia de bebidas alcohólicas por lo que, se le practicaron las preceptivas pruebas de alcoholemia en el etilómetro de precisión, arrojando el resultado de 0,75 y 0,79 miligramos de alcohol en aire espirado.
De las investigaciones realizadas, los guardias civiles comprobaron que esta persona circuló en sentido contrario al estipulado alrededor de 12 kilómetros dirección San Javier por la calzada sentido Murcia de la autovía RM-1, habiéndose incorporado antirreglamentariamente a la altura de Sucina, provocando que varios de los vehículos que circulaban correctamente tuvieran que maniobrar bruscamente para evitar colisionar frontalmente contra el primero, todo ello con manifiesto desprecio a su vida y a la del resto de usuarios que circulaban correctamente por la vía.
Los efectivos del Sector de Tráfico de la Benemérita investigaron al conductor, al que instruyeron diligencias como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducir con temeridad manifiesta (sentido contrario en autovía) poniendo en peligro concreto la vida o la integridad de otros usuarios; y otro por conducir superando las tasas de bebidas alcohólicas legalmente establecidas, siendo puesto, junto con las diligencias instruidas a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Cartagena.
El vehículo implicado fue inmovilizado en un lugar seguro dentro del casco urbano de Cartagena, quedando a disposición de la autoridad judicial como instrumento del delito.
El delito de conducción temeraria se encuentra recogido en el artículo 381 del Código Penal y puede ser castigado con penas de prisión de 2 a 5 años, multa de doce a veinticuatro meses y privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores durante un período de seis a diez años.
Por otro lado, el delito de conducción superando las tasas de bebidas alcohólicas legalmente establecidas, se encuentra recogido en el artículo 379.2 del Código Penal y puede ser castigado alternativamente con penas de prisión de 3 a 6 meses, multa de 6 a 12 meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días y en cualquier caso con privación de derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a 1 y hasta 4 años.
La Guardia Civil sigue reiterando su mensaje a aquellos conductores que de forma imprudente y temeraria, a pesar de las campañas y advertencias de la Dirección General de Tráfico, conducen después de haber bebido alcohol o tomado drogas, recordando que la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil sigue desarrollando su actividad específica de vigilancia de la seguridad vial durante las 24 horas del día, en especial en aquellas actividades de mayor riesgo, donde se practicarán las preceptivas pruebas de alcoholemia y drogas a todos los conductores que sean denunciados por la comisión de infracciones, implicación en accidentes o aquellos otros en que se detecte su consumo en el curso de otras actividades de vigilancia e inspección que se lleven a cabo.
Por otro lado, la Guardia Civil de la Región de Murcia quiere apelar a la colaboración ciudadana, como es este caso, para que avisen al teléfono 062 (Guardia Civil) o 112 (Emergencias) o directamente a las patrullas en servicio, cuando se encuentren con situaciones anómalas o maniobras irregulares que den lugar a pensar que los conductores lo hacen bajo la influencia de drogas o alcohol, con la finalidad de poder adoptar las medidas policiales oportunas para que estos vehículos sean interceptados y comprobado si sus conductores se encuentran en las condiciones adecuadas para circular con garantías de seguridad, evitando el consiguiente riesgo.