El “efecto escalón”, protagonista de las variaciones moderadas
Las mayores presiones inflacionistas se concentran en Alimentación.
La inflación subyacente continúa elevada (Mu: +8% ; Es:+7,5%).
La inflación de la Región de Murcia moderó su subida durante el mes de marzo, debido en parte a un efecto escalón. En particular, el Índice de Precios de Consumo (IPC) alcanzó una tasa de variación interanual del 3,8%, dos puntos y ocho décimas menos que en febrero. Esta cifra es, además, cinco décimas superior al registro de España (3,3%).
Aunque la mayoría de grupos registran tasas más contenidas que en febrero, las mayores contribuciones a la moderación de la inflación se deben, en primer lugar, a los gastos asociados a Vivienda, que en promedio se abaratan un 17,5% anual (-7,6% en febrero) y entre los que destaca electricidad (-39,6%). Y, en segundo, a Transportes (-5,5%, frente a +2,0% un mes antes) debido a la evolución de los carburantes (-12,1%). Con todo, nueve de los doce grupos que componen el IPC registraron variaciones anuales superiores al 2%, identificándose las mayores presiones inflacionistas en Bebidas alcohólicas y tabaco (+9,3%), Menaje (+8,5%), Hoteles, cafés y restaurantes (+7,3%) y, sobre todo, Alimentos y bebidas no alcohólicas (+17,0%, tasa similar al +17,6% de febrero). En este último grupo, el encarecimiento de algunos productos supera el 25%, como el azúcar (+45,2%), los huevos (+38,2%), la leche (+36,8%), el aceite (+28,2%) o las patatas (+25,2%).
En todo caso, si se excluyen del cálculo los elementos más volátiles como alimentos no elaborados y energía, se tiene que la denominada inflación subyacente se mantuvo muy elevada -hasta el 8,0%- cuatro décimas menos que la mensualidad anterior y con un diferencial de cinco décimas frente a la media nacional.
En definitiva, la inflación de marzo está muy marcada por un efecto estadístico denominado “efecto escalón”. En particular, al realizar la comparación con marzo de 2022 -cuando los precios ya eran ciertamente elevados y la inflación alcanzaba los dos dígitos- la variación actual se muestra más moderada. Precisamente, este efecto debería permitir una relativa relajación de la inflación durante el segundo trimestre (pese al impacto alcista que tiene en los carburantes la eliminación de la subvención de los 20 céntimos).
Sin embargo, el escenario actual no es tanto de caídas generales de precios sino de subidas más moderadas, por lo que persisten riesgos alcistas. Así, si la comparación se realiza con marzo de 2021, se tiene un aumento acumulado del coste de la vida del 14,1% en apenas dos años. Es más, si se atiende a la inflación subyacente, que al no tener en cuenta componentes volátiles aproxima la tendencia de los precios a medio plazo, se aprecia que en los últimos meses ha alcanzado sus valores más elevados en lo que va de siglo. En consecuencia, se precisaría de una batería de medidas de choque adicionales para frenar una dinámica de precios todavía elevada y preocupante.