El Gobierno regional recuerda que incrementar el caudal ecológico tiene un mínimo impacto en el Tajo y un grave alcance socioeconómico en el Segura

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El consejero de Agricultura señala que el agua desalada no puede ser la alternativa "ni por precio, ni por la calidad, ni por impacto medioambiental"

El Gobierno regional recuerda que incrementar el caudal ecológico tiene un mínimo impacto en el Tajo y un grave alcance socioeconómico en el Segura

Una jornada en Cartagena aborda los recursos no convencionales y otras de herramientas de gestión frente a la reducción de los caudales procedentes del Trasvase Tajo

La constatación del escaso impacto que el incremento del caudal ecológico del río Tajo tendrá sobre el estado de sus aguas, frente al grave alcance socioeconómico que esta medida supondrá para la cuenca del Segura, fue el argumento esgrimido por el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería y Pesca, Antonio Luengo, durante su intervención en la jornada organizada por AGWAMED, proyecto internacional que persigue descubrir recursos hídricos no convencionales que refuercen la adaptación al cambio climático en el Mediterráneo, y la cátedra Trasvase y Sostenibilidad José Manuel Claver Valderas de la Universidad Politécnica de Cartagena.

Luengo subrayó que la elevación en sólo dos centímetros del caudal del Tajo a su paso por Aranjuez, "apenas perceptible y de más que discutible alcance medioambiental, es capaz de hundir socioeconómicamente a la Región de Murcia".

El consejero señaló que las pérdidas que derivan de este "brutal e injustificado recorte" se resumen en una disminución del 15,62 por ciento de la superficie de regadío, que debería pasar a secano o ser abandonada como explotación agraria, con la pérdida de unas 27.314 hectáreas; una caída del precio de la tierra, más el lucro cesante experimentado por las explotaciones a través del margen neto que se cifra en cerca de 5.700 millones de euros; y el despido de más de 15.000 trabajadores, con las consiguientes prestaciones económicas derivadas de la pérdida del empleo.

La alternativa que presenta como "panacea" el Gobierno central a esta "disminución radical" de los caudales del Trasvase Tajo-Segura es el agua desalada, pero "la planificación hidrológica aprobada no contempla la sustitución del trasvase Tajo-Segura por agua desalada, ya que lo que el Plan de Cuenca recoge como objeto de la desalación es paliar la sobreexplotación de los acuíferos y cubrir la infradotación de agua de las comunidades de regantes", aseguró.

Luengo expuso, además, que "el precio medio subvencionado del agua desalada, que el Gobierno de España ha vendido situándolo en 32 céntimos/m3, se convertirá en una cantidad de entre 50 y 60 céntimos/m3 al aplicar IVA, peajes, transportes, etc. Es un agua muy cara, incluso con subvención, que solo puede pagarse por las explotaciones económicamente más solventes, y que renuncia a cualquier consideración social de los riegos. Las explotaciones más modestas no podrán soportar estos precios actuales y futuros y se verán abocadas a su desaparición paulatina".

"Al problema del precio hay que sumarle la calidad del agua, que no permite el riego directo, y las graves consecuencias medioambientales intrínsecas de su producción, al tener grandes emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera y la problemática de la gestión de la salmuera resultante", añadió el titular de Agua.

Luengo finalizó su intervención asegurando que "no cejaremos en el empeño de revertir una transición ecológica que no mira al interés general, sino al electoral".

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