Cada día, cuando paso cerca de un colegio, me quedo observando a padres, madres, abuelos y abuelas que llevan a los niños en sus vehículos, y me sorprende cómo, después de tanta insistencia por parte de la Dirección General de Tráfico sobre la Seguridad Vial, y después de tanta difusión a través de los medios de comunicación, seguimos haciendo mal las cosas: seguimos poniendo en riesgo a esos pequeños que, al parecer, tanto nos importan.
De sobra es sabido por todos los que utilizamos vehículos a motor que, un accidente, por muy leve que parezca, puede tener graves consecuencias para los que lo sufren: desde unas simples lesiones superficiales hasta graves secuelas, por no hablar de la pérdida de vidas humanas…pero seguimos igual, parece que esto no va con nosotros.
Cada día, veo niños en los asientos delanteros y traseros de los turismos, que no hacen uso del cinturón de seguridad ni de otros elementos como los Sistemas de Retención Infantil adaptados a su talla y peso. Igual ocurre con aquellos que conducen vehículos de dos ruedas, con el menor sentado entre el conductor y el manillar; o en la parte trasera, con sus piernas que van al aire al no poder apoyarlas en las estriberas de la moto, dada su corta edad.
De sobra es sabido que los menores deben ir provistos de un Sistema de Retención Infantil si su estatura es inferior a 135 cm y que no pueden circular como ocupantes de ciclomotores/motocicletas si su edad es inferior a 7 años y, mucho menos, ir a horcajadas entre el conductor y los mandos del vehículo…pero seguimos igual, parece que esto no va con nosotros.
Pero no importan los datos de siniestralidad vial que nos muestren, nosotros no tendremos accidentes de tráfico, los ocupantes de mi vehículo no necesitan llevar colocado el cinturón de seguridad, ni aquellos menores que viajen conmigo, un Sistema de Retención Infantil porque yo, nunca voy a tener un accidente de tráfico, soy un conductor excelente, experto, precavido, reacciono rápidamente ante los imprevistos…, a mí nunca me va a pasar nada.
Ahora me dirijo a ti, a ese conductor experto, a ese conductor despistado, a ese padre responsable, a esa madre que daría la vida por sus hijos, a esos abuelos enternecidos e ilusionados por acompañar a sus nietos al colegio.
Parad un momento, 10 segundos solo, antes de iniciar la marcha en vuestros vehículos. Mirad a vuestro lado, girad el espejo retrovisor y observad a quién lleváis detrás…son las personas más importantes de vuestra vida, están confiando sus vidas a vosotros, pero les estáis fallando al llevarlos así. Por ello, por favor y por ellos, abrochadles el cinturón, sentadlos en su sillita y permitid que viajen de forma segura.
Tal vez no te importe la sanción económica, total son solo 200 € y unos puntos de tu Permiso de Conducción o, quizás, tampoco te importe cometer un delito de homicidio o lesiones por imprudencia, total solo conlleva una pena de prisión de 1 a 4 años.
Si nada de esto te importa, por lo menos, piensa en esos pequeños indefensos que depositan en ti su vida, pero hazlo antes de que sea demasiado tarde.
Antonio J. García