El festival desarrolló, en su área de legado positivo, diversas iniciativas para compensar la huella de carbono en todas las etapas del desarrollo del mismo, así como el programa Legado y Compromiso con la recuperación del ecosistema del Mar Menor.
Los fondos aportados por los asistentes tienen como destino realizar actividades de mejora medioambiental en el entorno del Mar Menor, reforzando las ya realizadas el pasado año.
El acto ha tenido lugar en la sede de la asociación, donde su coordinador Pedro Luengo junto a parte del técnico de gestión de proyectos recibieron el cheque simbólico de manos de José Antonio Fernández, director de Comunicación de Fan Futura y José Manuel Jiménez, director de Sostenibilidad de Fan Futura.
El festival desarrolla en su área de legado positivo, diversas iniciativas para compensar la huella de carbono en todas las etapas del desarrollo del mismo, así como el programa Legado y Compromiso con la recuperación del ecosistema del Mar Menor. En esta edición volvieron a contar con Ecologistas en Acción de la Región Murciana, y los proyectos de restauración en el entorno del Mar Menor como beneficiarios de la ayuda recaudada, que asciende a 3.575 euros. Estos se dedicarán a proyectos medioambientales y de sensibilización, en la línea de apoyo activo que la asociación desarrolla para la restauración de las funciones ecosistémicas de los humedales del Mar Menor.
Las actuaciones se llevarán a cabo a lo largo del segundo semestre de este año en áreas que presentan una degradación importante y es necesario visibilizar, como Los Carrizales-Carmolí o la Lengua de Vaca, entre otras. Consistirán en la organización de voluntariados para la limpieza y eliminación de exóticas en esos espacios, implicando y sensibilizando así a la sociedad, como marca el espíritu del festival. Las convocatorias tendrán visibilidad a través de redes sociales y se espera una buena acogida y participación como ocurrió con las celebradas este pasado año.
En su primera edición de gran formato, el Fan Futura Fest que el pasado verano se celebró en San Javier, desde el 26 hasta el 31 de agosto, contó con un elenco de artistas y actividades muy extenso, que resultó en un rotundo éxito. El festival sigue siendo una de las mejores propuestas alrededor de todos los intereses de las nuevas generaciones y la sostenibilidad en todos los aspectos, desde la producción, los contenidos de las actividades paralelas y el legado positivo. Ya se ha convertido en una alternativa dentro del circuito de festivales estatal, marcando la diferencia ya que aporta a la sociedad y economía de la zona, ofreciendo una experiencia más allá de la música que ofrece a los jóvenes la posibilidad de interactuar con el pueblo y su entorno.
La organización agradece el empuje que suponen este tipo de iniciativas y remarca la importancia de involucrar a las nuevas generaciones, ofreciéndoles la posibilidad de conocer y valorar las repercusiones sobre el medio ambiente, que tiene cualquier acto lúdico, y cómo haciendo las cosas de un modo respetuoso, incluso el ocio y el consumo pueden ser de bajo impacto. El festival y su filosofía suponen un estímulo para el cambio necesario, imparable y urgente que debemos hacer como sociedad, enfocado en la juventud, animándolos a ser parte activa en la protección del medio ambiente.