El Gobierno regional considera "negativo y perjudicial para el sector pesquero" el acuerdo político alcanzado por los ministros de Pesca de la Unión Europea sobre el ejercicio de la actividad pesquera en el Mediterráneo.
"Perder un 7 por ciento de días, conforme a la solución adoptada, supondrá entre 10 y 15 jornadas menos de faena por cada barco, dependiendo de su umbral de referencia y de si se acogen a las compensaciones por incremento de selectividad o vedas espacio-temporales, durante el año 2023", valoró hoy el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, Antonio Luengo.
"Esto significa que un barco deberá permanecer en puerto entre 62 y 67 días sin pescar durante el próximo año, lo que se traducirá en un serio perjuicio para nuestros pescadores, como ya habíamos anunciado en las reuniones previas que hemos celebrado para valorar el alcance de esta decisión", señaló Luengo.
"Ante esta medida, a la que hemos ofrecido alternativas basadas en estudios científicos", el titular de Pesca recordó que la "Comunidad Autónoma va a gestionar cerca de un millón de euros en 2023 para compensar a los pescadores de la Región de Murcia por los efectos negativos que conllevan las paradas temporales que la Unión Europea impone".
El consejero afirmó que "el Gobierno regional sigue al lado de un sector muy castigado por el alza de los insumos y las restricciones cada vez mayores para faenar, tanto por la limitación de capturas de determinadas especies como en la de las jornadas de faena, que se han reducido un 30,5 por ciento en los últimos tres años, y procuramos dar respuesta a sus demandas y defender sus reivindicaciones". Añadió que "pedimos al Gobierno de España que exija ante Europa unos mecanismos de compensación que respondan a los perjuicios económicos reales que sufre el sector y un mayor compromiso".
Cabe recordar que en junio de 2019 se adoptó un plan plurianual para la pesca demersal en el Mediterráneo occidental, que se aplica desde 2020 y que introdujo un régimen de gestión del esfuerzo pesquero para los arrastreros, con el fin de lograr una reducción global de hasta el 40 por ciento en cinco años. Esa reducción de los días de pesca se calcula respecto a las jornadas en que se salió a faenar entre el 1 de enero de 2015 y el 31 de diciembre de 2017.
Por otro lado, respecto a la pesca de la anguila, "la decisión tomada es la que menos perjudica al sector pesquero del Mar Menor, ya que aunque les impedirá pescar entre el 1 de enero y el 31 de marzo a partir del 2023, sí podrán faenar durante diciembre, que es un mes especialmente destacado para la captura de esta especie y fundamental para la sostenibilidad del sector", señaló Luengo.