El Gremio de Talleres de Reparación de Automóviles de la Región de Murcia resalta el perjuicio de las prácticas de las compañías tanto para el sector como para los usuarios.
La Comisión Europea admite la reclamación, abierta a nuevas adhesiones de particulares y empresas, y estudiará si se conculca la legislación comunitaria.
La Federación Regional de Empresarios del Metal de Murcia (FREMM) anima a sus talleres de reparación de automóviles, asociados en Gretamur, y al conjunto de los ciudadanos a unirse a la denuncia de las organizaciones de automoción contra la permisividad española hacia las aseguradoras. Una reclamación que ha sido tomada en consideración por parte de la Comisión Europea.
La presidenta de la Comisión de Peticiones, Dolors Montserrat, de hecho, ha pedido a la Comisión Europea que investigue el posible incumplimiento de las normas comunitarias que permiten las malas prácticas de las aseguradoras en su relación con los talleres de reparación y, además, ha trasladado la denuncia a la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor (IMCO) del Parlamento Europeo.
La denuncia es la expresión del compromiso de las organizaciones de automoción CETRAA, CONEPA, FAGENAUTO y GANVAM en defensa de los derechos e intereses de todos los talleres de reparación, tanto independientes o multimarca, servicios oficiales o concesionarios.
Un compromiso que comparte FREMM) y Gretamur, extendiéndolo al perjuicio evidente que sufren los consumidores o usuarios cuando precisan dar parte por alguna contingencia y no pueden elegir taller, entre otras repercusiones negativas.
En concreto, se conculcan cuatro directivas y varios artículos del Tratado de Funcionamiento de la UE, generándose indebidamente:
Fijación de los precios hora de la mano de obra de las reparaciones sin respetar el establecido por el taller en función de sus costes y estructura empresarial.
Confección de los baremos, con los que se realizan las valoraciones de las reparaciones, por empresas vinculadas o participadas por las aseguradoras causando un detrimento para el taller, ya que los mismos no se ajustan al coste real de la reparación ni en tiempos ni materiales. Asimismo, los baremos difieren entre sí para el mismo tipo de operaciones.
La dependencia económica de los peritos no permite garantizar que actúen con estricta objetividad a la hora de evaluar los daños tanto en su calificación como en las horas a emplear en la reparación y fijar el precio/hora de la mano de obra.
Posible colusión tácita entre aseguradoras (realización de prácticas similares por todas ellas), a tenor de la tendencia a la bajada de sus precios, que no ha ocurrido en otros estados, alterando el mercado español de reparaciones y afectando negativamente al equilibrio entre sus componentes.
Los convenios CIDE y ASCIDE refuerzan la idea de colusión táctica y la fijación de precios unilateral. Todas las compañías de seguros buscan abonar al taller por debajo de ese precio unilateral para obtener un beneficio en cada reparación.
Imposición a los talleres por parte de algunas aseguradoras de los proveedores de recambios o el tipo de piezas o materiales a instalar.
Comercialización de pólizas que obligan a los clientes a llevar su vehículo a reparar a un taller determinado por la aseguradora. Esta limitación a la libre elección de taller sólo se debe circunscribir a los daños propios, no a los causados por un tercero, deben estar resaltadas y aceptadas de forma individualizada mediante su firma por el asegurado no sirviendo únicamente el rubricado de la póliza.
Redireccionamiento a los asegurados para que reparen en los talleres designados por las aseguradoras (sin ser una condición establecida en la póliza) dándoles informaciones que no son ciertas, sobre el taller al que prevén acudir o al que han acudido para reparar su vehículo.