Las fuertes lluvias y el viento de la madrugada del domingo al lunes han causado graves daños en el Eremitorio de la Luz. El pasado lunes se desprendía parte de la pared nordeste del edificio, en la zona donde la comunidad tenía su cocina y su refectorio. Los daños han sido tan solo materiales. Los bomberos visitaban ayer el edificio acordonando la zona por miedo a posibles derrumbes.
El vicario episcopal de la Suburbana II, zona a la que pertenece el Eremitorio, ha visitado esta mañana el monasterio. Antonio Ballester se interesaba por el estado de los religiosos, en nombre del obispo de Cartagena, Mons. José Manuel Lorca, que se encuentra estos días en Madrid participando en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española. El vicario, ha comunicado la preocupación del obispo por esta comunidad, ofreciéndoles la posibilidad de trasladarse a otro lugar.
Francisco Silva, responsable de la comunidad de la Luz, ha explicado al vicario que en la zona en la que viven los religiosos no hay peligro de derrumbe y que están bien. La pared que se ha desprendido es un edificio anexo al original, por lo que, según Silva, los bomberos creen que no hay peligro de derrumbe más que en la zona ya afectada. Además, los religiosos disponen también de cocina y comedor en otra zona del monasterio.
Los religiosos han agradecido la preocupación y la oferta del obispo, pero aseguran que se encuentran bien y que no es necesario abandonar el monasterio porque el resto del edificio no entraña peligro.