El Servicio Murciano de Salud (SMS) va a adquirir nuevas camas destinadas a los centros hospitalarios de la Región, con una inversión que suma 3,4 millones de euros.
Este contrato es susceptible de ser financiado en el marco del eje React-UE del Programa Operativo Feder de la Región de Murcia 2014-2020 como parte de la respuesta de la Unión a la pandemia de Covid-19.
Se trata de un total de 740 camas, de las que 509 son de planta con medidas estándar, 17 de planta con medidas especiales, 40 de UCI adulto, 57 para pacientes graves, 98 hidráulicas y 19 para personas con obesidad mórbida.
En la actualidad, la Región cuenta con alrededor de 4.000 camas en el sistema público.
La renovación de este equipamiento permitirá mejorar la seguridad del paciente, ya que se adecuarán más a sus características clínicas con el fin de asegurar en todo momento su integridad y un adecuado tratamiento postural para cada circunstancia.
Así, se trata de camas con barandillas para evitar el atrapamiento, camas que evitan y avisan de posibles caídas del paciente y con amplia movilidad, para evitar la autoagresión con sus componentes.
Asimismo, las camas permitirán una instauración rápida de posicionamiento para una reanimación cardiopulmonar (RCP) correcta, además del tratamiento y prevención de lesiones por presión con cambios posturales adecuados al nivel de riesgo de lesión y peso del paciente. Igualmente, facilitarán el tratamiento de fisioterapia respiratoria en pacientes críticos y la monitorización de posturas terapéuticas del paciente y de su peso.
Mayor comodidad
Igualmente, mejorarán la comodidad del paciente, ya que se adecúan más a los movimientos naturales, a veces limitados por la edad, además de acompañar en funciones como salida y entrada de la cama, regulación de altura, iluminación nocturna para una mejor manipulación y accesibilidad a los mandos desde cualquier posición del paciente, entre otras funcionalidades.
También se adquirirán camas de mayor capacidad de espacio y peso para pacientes mórbidos que permitan la misma movilización que el resto de los pacientes.
Permitirán una mayor ergonomía, lo que favorece la salud laboral al adecuar la altura de la cama en función de cada trabajador. Además, facilitarán el rodamiento y traslado y la incorporación y acceso de otros equipos necesarios para la terapia, como bombas de perfusión y drenajes, así como alarmas e iluminaciones para facilitar el trabajo, entre otras ventajas.