UGT Servicios Públicos muestra su preocupación por el más que evidente deterioro de la sanidad pública en la Región de Murcia que una vez más cierra consultorios en verano, dejando desatendidos a miles de usuarios, agravándose esta situación en la población murciana más vulnerable (ancianos, niños y dependientes) y aumentando el colapso de centros de referencia y servicios hospitalarios de urgencias.

La crisis del coronavirus ha puesto en evidencia lascarencias de la sanidad murciana,sumida en una desinversión vinculada específicamente a las políticas de austeridad llevadas a cabo por la actual Administración Regional desde hace más de una década. Así, y ante la séptima ola, el Servicio Murciano de Salud (SMS) vuelve a no contratar el personal suficiente para cubrir permisos, vacaciones de verano y bajas, lo que lleva el cierre estival de consultorios.

En concreto, en el Área I de salud cierran Barqueros, La Murta y La Puebla de Mula. En el área II, la medida afecta a San Isidro, El Escobar, y La Pinilla. En el área III, en Lorca: La Tercia, La Campana, y La Escucha. Por su parte, en el área V, Jumilla suspende su actividad el consultorio del Barrio de San Juan. En el área VII cierran Barriomar, Orilla del Azarbe, y Matanzas. A todos estos centros médicos se suman los cerrados desde el año pasado y que a fecha actual, por diferentes motivos, se mantienen en situación no operativa.

Así, esta situación provoca un aumento de pacientes derivados a en Centro de Salud de referencia, sobrecargando y saturando la atención administrativa, enfermería y médica; un aumento de lista de espera ante la cita médica y enfermera en Atención Primaria, sin distinción entre adultos con patologías, post-operatorios y población pediátrica e infantil, siendo estas poblaciones las más vulnerables; un aumento de listas de espera de la población para la derivación a pruebas diagnósticas; y un aumento en lista de espera para derivación de la población a de consulta de especialista.

Menos personal en hospitales en plena séptima ola Covid.

Para UGT Servicios Públicos es incomprensible que, ante esta séptima ola de Covid, con un progresivo incremento de la presión asistencial tanto en urgencias, plantas y UCIs, el SMS haya disminuido en todos los hospitales de contratación de personal sanitario y no sanitario, para cubrir permisos de vacaciones, licencias y bajas.

Además, se procede al cierre de camas hospitalarias, hasta un total aproximado de 150, lo que conlleva que en los hospitales de la Región no se pueda garantizar una atención sanitaria óptima al conjunto de la población, que también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre, así como a la reorganización del número de citas en las agendas programadas de pruebas diagnósticas, intervenciones quirúrgicas, consultas externas y especializadas, aumentando el tiempo de espera de las listas de atención al usuario.

Todo ello, se agrava en los hospitales comarcales, como es el caso de hospital Virgen del Castillo de Yecla, Hospital Comarcal del Noroeste de Caravaca y del hospital de la Vega Lorenzo Guirao de Cieza, donde la atención recae en especialistas compartidos con el Hospital Morales Meseguer y Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca.

Ante este deterioro de la accesibilidad, asequibilidad y calidad de la asistencia sanitaria que afecta, en mayor medida a la población más vulnerable, UGT Servicios Públicos exige medidas estructurales y permanentes en el tiempo, que impidan que todos los veranos se produzcan las mismas carencias en la sanidad pública.

Así, UGT exige que se garantice la prestación asistencial sanitaria proporcional y equitativa, con el personal necesario en cumplimiento de la normativa europea, en toda la Atención Primaria, preservando la apertura sus de centros médicos (consultorios médicos adscritos a centros de salud de referencia), pues su población sigue dependiente de la prestación de servicio asistencial y muchos de ellos no pueden desplazarse, por sus patologías o presentan una situación social vulnerable, al igual que la garantía de asistencia especializada durante todo el año y que no se proceda al cierre de plantas, camas hospitalarias, ni unidades hospitalarias ante una más que discutible justificación por parte de la Administración y las Gerencias "por disminución de la prestación asistencial".