La Biblioteca Regional expone una de las obras más valiosas de su fondo antiguo, 'Mar de Historias', de Fernán Pérez de Guzmán. El ejemplar fue impreso en 1512 en Valladolid con tipos móviles y prensa manual, un mecanismo ideado por Gutenberg unos 65 años antes.
La muestra se enmarca dentro de la nueva actividad desarrollada por la institución, 'Joyas BRMU', inaugurada esta semana, donde se exhiben al público las piezas más singulares de la colección de la Biblioteca.
El volumen se podrá contemplar en una vitrina situada en el vestíbulo de la BRMU hasta mediados del próximo mes de julio. En la vitrina aparece un código QR con el que las personas interesadas pueden acceder a un texto con información sobre la obra. Se puede acceder al texto completo en el portal de la Biblioteca Digital de la Región de Murcia.
Al estar impreso a principios del siglo XVI, presenta aún algunas características de la estructura y forma de la impresión de los incunables, que a su vez conservaron mucho de los antiguos manuscritos, como sucede con el aprovechamiento del papel, que se aprecia en los márgenes tan angostos y en las interlíneas tan estrechas.
La obra mantiene la tradición medieval de dar la información sobre el autor y la obra al final del texto, en el colofón. Ya desde la antigüedad griega, los colofones, que se encontraban al final de los rollos y de los códices, cumplían la función de identificar la obra y el autor, como en las portadas actuales. La encuadernación se ha realizado en pergamino en su color natural, la más sencilla y económica para la época.
El autor, Fernán o Hernán Pérez de Guzmán, III Señor de Batres, vivió entre 1377 y 1460. Fue procurador, poeta e historiador. Perteneció a una de las familias más destacadas de la nobleza castellana del siglo XIV. Emparentado con los principales linajes del reino, fue sobrino del canciller Pero López de Ayala, tío de Íñigo López de Mendoza, marqués de Santillana, y bisabuelo de Garcilaso de la Vega. Recuperó, con ayuda de los caballeros templarios, el castillo de Bullas, después de haber sido entregado el reino de Granada en 1286. Para Marcelino Menéndez y Pelayo es el primer prosista del siglo XV, pues su escritura se halla libre de pedanterías y se ciñe al asunto; se trata ya una prosa renacentista perfectamente equilibrada y clásica.
La temática resulta interesante por constituir la primera crónica española desde Enrique III hasta Juan II. El autor ofrece una visión del declive de Castilla desde el reinado de Enrique III hasta los últimos años del reinado de Juan II. La obra incluye 34 retratos biográficos de los reyes y de los prelados y cortesanos más importantes de su tiempo, la mayor parte de los cuales el autor conoció en persona.