Un brindis por la enfermería

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Un brindis por la enfermería

A un paso de tan majestuoso día, desde nuestra Sede en Murcia, deseamos dar nuestra gratitud al mundo de la enfermería por el bien que realizan hacia la ciudadanía. Sabemos que, tanto la enfermería como el mundo médico, deberían estar mimados como merecen pero no es así, marchan a otros lugares del país donde están mejor considerados e incluso, son muchos países los que nos piden ayuda para que tales profesionales de primera división y muy bien formados, salgan de España y puedan ayudarles. Una vez más: ¡Gracias!

Sobre nuestra reflexión sobre este grandioso día pensamos que:

Cuando la OMS designaba en 2020 el Año de la Enfermería, esta brillante profesión entendía este hito como una oportunidad única de enseñar el gran valor que aportaban a la sociedad. Los grandes Organismos Internacionales de Enfermeras realizaban de manera excelente un camino clave para resaltar la labor que, entre bastidores, realizaban muchos millones de personas en nuestro planeta. Entre otras, se proponía hacer un informe para conocer los diferentes impactos del trabajo del mundo de enfermeros y enfermeras en los cinco continentes, punto de referencia desde el que medir su evolución durante la próxima década, pero nadie se imaginaba que un malicioso virus llevaría de cabeza al mundo. Sabemos de pleno que los profesionales de la enfermería son más que la columna vertebral de cualquier sistema sanitario, y la pandemia en la que seguimos se pone de manifiesto el papel insustituible que llevan a cabo, junto a la urgencia desmedida de proporcionarles el apoyo que necesitan para salvaguardar la salud del planeta donde vivimos.

Es cierto que en la primera línea de defensa contra la covid-19, fueron millones de enfermeros y enfermeras y, tantos otros profesionales sanitarios del mundo, se expusieron sin descanso con medios de protección inadecuados e insuficientes. Pero, desgraciadamente, no se pudo salvar vidas a golpe de coraje. España e Italia iban a la cabeza de tal desastre. Ni nos imaginamos sus vidas en multitudes de UCIS y en las salas de Covid. Aquello debería parecerse a una montaña rusa en continuo movimiento donde el cansancio, la ira, los lloros de ver como se te van de las manos tus enfermos sería descomunal, donde al no poderse comunicar con las palabras dulces que nos suelen dejar, suponemos han aprendido a sonreír con los ojos. De todas maneras, quizá lo que estos héroes sencillamente necesitan ahora sea recibir la consideración y el trato inherente como profesionales desde las diversas Administraciones. Las nuestras, las de la ciudadanía la tienen ya hace tiempo.

Sin duda alguna, desde la distancia, sabemos que nos demuestran que ponen las urgencias de sus pacientes por delante de las suyas. Estamos ante lecciones de humildad en ver cómo dan un paso al frente cuando son necesarios, aunque al realizarlo se expongan a peligros. Nos da la impresión, casi seguro, que sus historias de valor, compasión y servicio han conmovido, conmueven y nos seguirán conmoviendo.

Isabel Zendal Gómez fue una enfermera española, rectora del Orfanato de la Caridad de La Coruña que participaría en la Real Expedición Filantrópica de la vacuna de Francisco Balmis cuidando de los veintidós niños que viajaron a América y de los veintiséis que fueron a Filipinas llevando la vacuna de la viruela a los territorios españoles de ultramar por el año 1773. En 1860, más tarde, se crearía una Escuela de Enfermería en el Hospital Saint Thomas de Londres, influyendo en el mundo americano. A partir de ambos episodios, la buena acogida que tuvieron las enfermeras que empezaron a formarse posibilitan la transmisión de su voz y de su legado por todo el mundo. No cabe duda que, la misión española ha dejado una huella imborrable aunque sabemos que tal historia de humanidad y solidaridad no se ha aireado lo suficiente como algo fuera de lo corriente. Una más de las historias de España que se han silenciado.

Ante la fragilidad de la salud pública y la importancia de un enfoque global de los problemas que observamos pensamos que las naciones que experimentan carencias al respecto deben aumentar el número total de graduados en Enfermería a razón de un 10% anual de promedio en los próximos diez años. Creemos que los gobiernos deben destinar recursos para ampliar a gran escala la formación permanente del personal de enfermería, generar más puestos de trabajo y fortalecer el liderazgo de la profesión. De no ser así, los países correrán el riesgo de fallar a toda la ciudadanía, puesto que no serán capaces de encarar nuevos brotes de enfermedades, ni tampoco alcanzar la cobertura sanitaria universal ni los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Damos la alerta que cada céntimo que se invierta en el personal de enfermería no representa un coste sino un beneficio social, pues aumenta el bienestar de las familias de manera clara y tangible.

Así, desde Valores Ciudad de Murcia y Pedanías recordamos a nuestra Administración Regional y, lanzamos un grito de esperanza a la ciudadanía en mejoras tales como:

La falta de profesionales a fecha de hoy y la sobrecarga asistencial de los mismos haciendo que sean muchos enfermeros los que andan con demasiado estrés y un 60% están quemadas. Las condiciones laborales deben mejorar mucho mejor que hasta la fecha y, dos de cada tres murcianos piensan que desde la Administración Regional su trabajo no es reconocido. La solución no va por aumentar nuevos espacios sino triplicar la plantilla a la que existe hoy día, para dar el servicio de calidad que se merecen nuestros ciudadanos. No se atiende adecuadamente las necesidades de sus profesionales embarazadas.

Pero si hablamos de matronas, primas hermanas de los enfermeros, vamos por el mismo camino: Aumento de Plantillas. Un ejemplo: Existen matronas con cupos de 12.000 tarjetas sanitarias cuando el ideal del cupo rondaría las 6.000. Han de atender a más de 650.000 mujeres en estado fértil de la Región Murciana y están desbordadas ante la cantidad de demandas de salud de las mujeres que tienen a su cargo.

Por tanto, la pandemia ha mejorado algo pero aún así, si deseamos dar el cuidado que se merece nuestra ciudadanía, sean enfermeras, sean matronas, desde Valores Murcia nos hemos tomado los temas de Salud y Educación como dos fundamentos sólidos de nuestro hacer, que por supuesto, van en torno a nuestro gran tema central: Las Familias.

Tayron Alcivar

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