UGT atribuye el buen comportamiento de la contratación indefinida a la nueva reforma laboral y pone en valor la significativa recuperación del empleo y reducción del paro que se registra interanualmente. Al mismo tiempo, muestra su preocupación por la pérdida de empleo en la Industria y reclama no bajar la guardia, manteniendo o extendiendo medidas de apoyo a la actividad y al empleo en un contexto de alta inflación e incertidumbre como el actual.
En relación al trimestre anterior, nuestra tasa de paro se incrementa 0,52 puntos porcentuales, hasta situarse en el 13,44% y el número de parados crece en 3.200 personas. En esta ocasión no cabe atribuir este aumento del desempleo a la incorporación de nuevas personas activas (éstas disminuyen en 5.300), sino a la destrucción de empleo que se registra, cifrada en 8.500 ocupaciones menos.
Mucho más positivos son los saldos interanuales de los principales indicadores laborales: crecen las personas activas en 9.900, elevando nuestra tasa de actividad hasta el 59,54%; crece la ocupación en 30.400 personas (un 4,96% en términos relativos) y desciende el desempleo en 20.500 personas (-17,03%).
Por otra parte, el descenso intertrimestral de la ocupación es, a su vez, atribuible en exclusiva a la población asalariada, que disminuye en 9.800 personas (-1,81%), mientras que los trabajadores por cuenta propia aumentan en 1.000 personas (0,9%). Dentro del colectivo asalariado, los más perjudicados son los trabajadores temporales, que descienden un 11,47%, mientras los indefinidos aumentan un 2,23%. En términos interanuales el crecimiento del empleo fijo es aún más significativo, registrándose 26.300 asalariados más con contrato de duración indefinida (7,23%).
Todos los sectores empeoran sus cifras de ocupación respecto al cuarto trimestre de 2021, salvo la Agricultura, que crea 3.400 nuevos puestos de trabajo. La comparación anual, en cambio, muestra un comportamiento muy positivo de la ocupación, que crece en todos los sectores (con notable dinamismo en la agricultura: 16,06%), excepción hecha de la Industria, donde se pierden 5.400 ocupaciones (-6,19%)
Nuestra tasa de temporalidad disminuye 2,9 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior y 2,5 respecto al mismo trimestre del año anterior, situándose en el 26,7%, su tasa más baja en toda la serie histórica.
Mención especial merece el comportamiento de los desempleados de larga duración, que, tras varios trimestres al alza anota ya dos con bajadas consecutivas, disminuyendo, asimismo, su peso dentro del total del colectivo de personas en paro hasta el 41,3%, un porcentaje que, no obstante, continúa siendo elevado.
Por sexos, son los hombres las que asumen mayoritariamente la pérdida de empleo de este trimestre, registrándose 8.400 ocupados menos y solo 100 ocupadas menos. También son ellos los que sufren un mayor incremento del desempleo (un 11,59%) aunque persiste la brecha desfavorable para las mujeres en cuanto a tasa de paro: 15,35% para ellas, 11,9% para ellos.
En términos interanuales, ambos sexos obtienen registros positivos, si bien es cierto que el número de ocupadas (9,38%) crece en mayor medida que el de ocupados (1,79%) y el desempleo también anota mayores descensos para ellas (-23,07%) que para ellos (-9,91%). No obstante, también bajo esta óptica persisten las brechas de género en cuanto a tasa de empleo (-13,99 p.p.), tasa de paro (3,45 p.p.) y temporalidad (4,6 p.p.).
Respecto a la media nacional, la Región de Murcia sigue presentando una mayor tasa de empleo que el promedio nacional, si bien también continúa presentando rasgos de mayor precariedad, con una tasa de temporalidad 2,5 puntos superior a la media, que no obstante, se han reducido considerablemente. Nuestra tasa de paro se sitúa ligeramente por debajo de la nacional.
Ante estos datos, correspondientes al I Trimestre de 2022, hechos públicos hoy por el INE a través de la EPA, UGT hace la siguiente valoración:
Esta EPA, que puede considerarse el primer "termómetro" de nuestro mercado de trabajo, tras la aprobación de la reforma laboral, arroja ya resultados que invitan al optimismo, como el hecho de que nuestra tasa de temporalidad haya caído a su registro más bajo de toda la serie histórica y haya acortado sus diferencias con la estatal a tan solo 2,5 puntos.
Aunque el primer trimestre de cada año suele ser habitualmente un mal trimestre para el empleo, preocupa que el descenso de la ocupación registrado en éste (-1,3%) haya sido considerablemente mayor que el registrada el año pasado (-0,2%). También el hecho de que la Industria, sector llamado a ser motor de crecimiento de nuestra economía muestre destrucción de empleo tanto en términos intertrimestrales (-3,20%) como interanuales (-6,19%).
En cualquier caso, los datos, sobre todo en comparación con los del año pasado son, en general, positivos para la Región de Murcia: existen 26.300 nuevos asalariados con contrato indefinido, que superan con creces los 7.700 empleos temporales que, por el contrario, desaparecen y 20.500 personas menos en el paro. Y este descenso del desempleo (en términos relativos de un 17,06%, y el cuarto más alto del país), ha beneficiado sobre todo a las mujeres: pertenecen a este sexo 7 de cada 10 personas que han salido del paro en este último año.
Otra buena noticia es el descenso del desempleo de larga duración (casi un 22% en un año), si bien no puede bajarse la guardia con un colectivo que representa más del 40% del total de personas desempleadas y que revela que hay aún un importante número de personas que no han logrado incorporarse al mercado de trabajo tras el impacto de la pandemia.
Desde UGT consideramos que, en todo caso, lo positivo de estos datos no puede relajar la necesidad de mantener activos mecanismos para la protección del empleo, a la vista del contexto actual, donde la alta inflación y la inestabilidad que afecta a los mercados, como consecuencia de la guerra en Ucrania, ya ha obligado a rebajar las previsiones de crecimiento. Nuestro Sindicato considera que hay, por ello, que mantener y extender, en su caso, los apoyos a la actividad económica y al empleo, consolidando, al mismo tiempo, la senda iniciada con la reforma laboral a través de nuevos avances normativos que nos permitan configurar un marco, legal y convencional, acorde con esta nueva etapa del ciclo económico y los retos digitales y ecológicos que llaman ya a nuestra puerta.
No podemos dejar de mencionar, asimismo, en el Día Internacional de la Seguridad y Salud Laboral, la magnitud que sigue teniendo la siniestralidad laboral en nuestro país y en nuestra Región, que se ha cobrado la vida de 705 personas en nuestro país y 31 en nuestra Región; siniestralidad muy ligada a una precariedad laboral que tenemos que seguir combatiendo y que revela que los actuales sistemas de prevención en las empresas no están funcionando eficazmente. De ahí que persista nuestro empeño por elevar el derecho a la seguridad y salud en el trabajo a la categoría de fundamental, y hacer de la prevención una política capital, dotada de los recursos legales y materiales que son necesarios.