La organización da comienzo así a una nueva campaña internacional para denunciar el estado crítico de este ecosistema y exigir su recuperación.
Algunas cadenas de supermercados alemanes ya han mostrado preocupación por el método de producción de los proveedores de la Huerta de Murcia.
El Mar Menor es una de las mayores lagunas saladas de Europa y está sufriendo una grave crisis ecológica debida a los abusos de la actividad agrícola y ganadera.
Una delegación de Ecologistas en Acción está en Berlín desde el 4 de abril y hasta el día 7 del mismo mes.
Da así el pistoletazo de salida a una campaña internacional para denunciar el estado crítico del Mar Menor y demandar cambios en la gestión agrícola del Campo de Cartagena (Murcia) que permitan la supervivencia de esta joya natural.
La delegación de Ecologistas en Acción estará presente durante esta semana en la feria Fruit Logistica, donde dará información sobre la degradación actual del Mar Menor y las soluciones que ofrece a su grave crisis ecológica.
Fruit Logistica es la mayor feria de productos frescos de Europa y sirve de punto de encuentro de empresas de producción y distribución de frutas y verduras de todo el continente.
En la feria estarán presentes tanto la Región de Murcia como productoras, productores y distribuidores que importan productos de la Huerta de Murcia a Alemania.
Además, Ecologistas en Acción aprovecharán estos días para mantener numerosas reuniones con asociaciones ecologistas y de consumidores, con representantes de partidos políticos y periodistas.
Todos estos grupos han manifestado su interés por conocer mejor la problemática del Mar Menor y apoyar la campaña de la organización ecologista desde Alemania.
También algunas de las grandes cadenas de supermercados alemanas, como Aldi, han mostrado preocupación por los métodos de producción de sus proveedores de hortalizas del Campo de Cartagena y por sus efectos negativos sobre áreas de gran valor ambiental —como el Mar Menor— llegando incluso a cancelar pedidos.
Esta campaña internacional ha arrancado después de veinte años de trabajo sin que las demandas ecologistas acerca de cambios en la gestión agrícola hayan sido escuchadas ni por parte del Gobierno de la Región de Murcia ni del Gobierno de España.
También debido al inmovilismo de las grandes corporaciones de la agroindustria, a pesar del mal estado ecológico del Mar Menor que empeora año tras año.
El Mar Menor ha experimentado en los últimos años continuos episodios de eutrofización extrema, que provocan un crecimiento explosivo de algas y diferentes procesos que reducen el oxígeno disponible en el agua y causan la muerte por asfixia de toneladas de peces, crustáceos y moluscos.
Aunque hay varios factores que contribuyen a este fenómeno de la eutrofización, los estudios científicos sitúan como principal fuente de nutrientes la llegada de grandes cantidades de nitratos y fosfatos (abonos) provenientes de los cultivos así como la ganadería del Campo de Cartagena, la zona agrícola que rodea la laguna.
La mayor parte de la producción del Campo de Cartagena —fundamentalmente de verduras como lechugas, pimientos, coliflor, brocoli y frutas como el limón, el melón y la sandía— se dedica a la exportación.
El 25 % de las verduras exportadas llega a Alemania, que es el principal mercado receptor, seguido de Reino Unido (con el 25 % de la producción).
Este es el otro motivo por lo que Ecologistas en Acción inicia esta campaña en Alemania: las cadenas de distribución alemanas pueden ser el principal motor de cambio del modelo insostenible que hoy domina el paisaje del Mar Menor.
Conservar el Mar Menor y la agricultura en el Campo de Cartagena es posible.
Pero para ello es imprescindible y urgente realizar cambios en el modelo actual, y tomar medidas que reduzcan drásticamente la contaminación por nitratos y fosfatos.
En este sentido, las principales demandas de Ecologistas en Acción son:
1. Atajar el descontrol del regadío en el Campo de Cartagena, con una auditoría que elimine, como mínimo, todos los perímetros ilegales.
2. Reducir la contaminación agraria en origen, con medidas efectivas, cuantificables y verificables en aplicación de la Directiva de Nitratos y de la declaración del Campo de Cartagena como Zona Vulnerable.
3. Aplicar medidas naturales de retención de la contaminación difusa a lo largo de todo el Campo de Cartagena, que actúen como trampas de nutrientes y sedimentos desde cada parcela agraria hasta las proximidades del Mar Menor.
4. En las franjas cercanas a la laguna, recuperar superficies naturales de humedal (no confundir con los filtros verdes) y conectarlas de nuevo con las ramblas, que son los únicos capaces de retener y eliminar nutrientes, que escapen al resto de medidas, en caso de avenidas.
Natalia López, responsable de la campaña de consumo del Mar Menor, ha declarado: “Para salvar el Mar Menor hay que concienciar a quienes consumen los productos de nuestra tierra.
En nuestra visita a Alemania estamos percibiendo gran sensibilidad por la sostenibilidad de los productos que importan, y ahí podría estar la clave para el cambio necesario en las prácticas agrícolas del Campo de Cartagena”.