El 71% de los encuestados considera que necesita una mayor formación para el cuidado de su familiar
El bienestar emocional de los cuidadores también se ha visto afectado debido a la pandemia y al cuidado de la persona con alzhéimer
El 65% de los encuestados considera que el cuidado de su familiar con alzhéimer es más complicado tras la pandemia. Así se desprende del estudio “Cuidados de la persona con alzhéimer tras la pandemia por COVID-19” realizado por Sanitas Mayores[1].
El cuidado de una persona con alzhéimer acarrea importantes preocupaciones, como la sobrecarga mental o física que supone, el coste económico del mismo y la falta de adaptación del hogar a las nuevas necesidades del cuidado, entre otras. Además, en el último año se ha sumado un factor más, la COVID-19. La pandemia ha provocado que muchos mayores tuviesen que posponer sus terapias cognitivas o físicas. Esta circunstancia ha provocado que dos de cada tres cuidadores de personas con alzhéimer detecten que el estado de su familiar ha avanzado más rápidamente debido a la situación sanitaria global.
Por otro lado, el 71% de los cuidadores cree que no cuenta con la formación necesaria para hacer frente al cuidado de su familiar. En algunos casos, la falta de tiempo, de recursos económicos y de formación puede generar una frustración conocida como el síndrome del cuidador. “Se trata de un trastorno que aparece en el cuidador principal de una persona dependiente. Se caracteriza por el agotamiento físico y psíquico”, señala David Curto, director Médico y de Innovación de Sanitas Mayores.
Además, es muy común que los mayores que comienzan a sufrir esta patología sean cuidados en su propio domicilio. Por ello, es importante adaptar los espacios a las necesidades de las personas que viven con demencia y recibir asesoramiento externo. Existe evidencia científica de que adecuar el entorno mejora directamente los síntomas de las personas que viven con demencia.
Sanitas Mayores cuenta con el servicio En casa contigo, que posibilita a los mayores seguir en su hogar, en su entorno familiar, con un consejo experto permanente 24 horas, 7 días a la semana, 365 días al año. Se trata de un programa de cuidados para personas mayores y sus familias donde, a través de una valoración multidimensional a domicilio, se identifican las necesidades de cuidados del mayor y su familia y estas se recogen en un informe de valoración personalizado. En el caso de personas con alzhéimer el especialista ofrece una serie de consejos y actividades a realizar para mejorar la capacidad cognitiva del mayor, como establecer una rutina, tener en cuenta los horarios en los que el mayor está más activo, hacer actividades que disfrute, realizar ejercicio físico, o escuchar música que ayude a estimular al mayor, entre otras.
Una mala alimentación, la falta de ejercicio físico o un bajo nivel de alfabetización son factores que pueden afectar con el paso del tiempo al desarrollo del deterioro cognitivo. De hecho, nueve de cada diez cuidadores (91%) piensan que es la falta de ejercicio físico lo que más afecta al deterioro cognitivo, seguido de una mala alimentación para un 59%, y de un bajo nivel de alfabetización para un 23%. Por otro lado, un 9% cree erróneamente que las vacunas afectan a la enfermedad y un 5% que las ondas electromagnéticas de móviles, ordenadores, microondas también tienen efectos nocivos sobre el deterioro cognitivo, ambas creencias son falsas ya que no hay evidencia científica de que esto sea así.
El bienestar emocional de los cuidadores
La COVID-19 ha afectado al bienestar emocional de los españoles, pero aún más si cabe a personas que tienen a su cargo a personas con alguna patología. Es el caso de los cuidadores de personas con alzhéimer, el 53% cree que la situación provocada por la pandemia unida al cuidado de su familiar ha provocado que su bienestar emocional se vea negativamente afectado. Por otro lado, uno de cada cuatro encuestados afirma que su bienestar emocional ha empeorado en el último año, pero solo debido al cuidado de la persona a su cargo.
“Según aumenta la edad del cuidador disminuye su capacidad para tratar y cuidar de manera correcta al mayor y cubrir de forma adecuada los cuidados que el enfermo requiere. A esto se le suman situaciones externas como ha podido ser en el último año la pandemia, o es a diario el trabajo, la situación familiar, el cuidado de los hijos, o la situación económica otros factores que se suman al cuidado de la persona con alzhéimer. Por todo ello, es importante prestar atención a las preocupaciones a las que se enfrentan a diario para poder ofrecer los mejores cuidados a las personas con alzhéimer y a sus cuidadores”, explica Curto.
Necesidad de formación
Para dar respuesta a algunas de las necesidades de los cuidadores, especialmente aquellas relativas a la formación especializada, Sanitas Mayores dispone de la plataforma online, Cuidar Bien. La web, puesta en marcha en 2015, ha recibido unas 3,5 millones visitas y la comunidad cuenta ya con más de 67.000 seguidores. En esta web y sus redes sociales, médicos, enfermeras, auxiliares, fisioterapeutas, psicólogos y terapeutas ocupaciones, entre otros, comparten con los cuidadores su conocimiento y su experiencia con el fin de ayudarles a enfrentarse a la enfermedad y para tratar de evitar que su labor les desborde.
La OMS calcula que más de 55 millones de personas (el 8,1% de las mujeres y el 5,4% de los hombres mayores de 65 años) viven con demencia. Se calcula que esta cifra aumentará a 78 millones para 2030 y a 139 millones para 2050. Según datos de la OMS la demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo y la enfermedad de Alzheimer, que es la forma más común de demencia, acapara entre un 60% y un 70% de los casos.