Los salarios de convenio, hasta agosto, registraron una subida media pactada del 2,13% y los 19 euros que se plantea elevar el SMI apenas suponen un 2% de actualización. UGT considera necesario frenar la pérdida de poder de compra de las rentas del trabajo, a través del SMI y la negociación colectiva, para asegurar una recuperación justa y sostenible, que contribuya, además, a dinamizar el consumo interno.

Según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC, en tasa interanual en la Región de Murcia se sitúa en el 3,2%, 0,5 puntos por encima de la registrada en julio y una décima inferior la registrada a nivel nacional (3,3%). La variación mensual del índice general es del 0,6%, una décima inferior a la estatal (0,5%).

Respecto al año pasado, Vivienda y Transporte, con subidas del 11,3% y del 10,2% respectivamente, determinadas a su vez por el aumento del precio de la electricidad y los carburantes y lubricantes, son los que mayor influencia positiva tienen en la tasa anual. En cambio, Comunicaciones (-3,1%), Medicina (-0,9%), Ocio y Cultura (-0,6%) y Menaje (-0,1%) son los únicos grupos con registros negativos interanuales.

Respecto al mes pasado, el IPC aumentó en la Región 0,6 puntos mientras que, en el conjunto del país, lo hizo en un 0,5%.

El mayor incremento intermensual de los precios en la Región se ha dado en Vivienda (2,4%) mientras que, en el resto de grupos, los precios se han mantenido por debajo del 1%, cercanos al cero o incluso han registrado variaciones negativas, como es el caso de Vestido y Calzado (-0,6%)

Por su parte, la tasa de crecimiento de la inflación subyacente, indicador que no tiene en cuenta productos energéticos y alimentos no elaborados, asciende en agosto hasta el 0,6% interanual.

Los datos que hoy ofrece el INE confirman que el IPC en la Región, con una tasa interanual del 3,2%, ha escalado hasta su valor más alto desde octubre de 2012. Este comportamiento, como en meses anteriores, viene fundamentalmente determinado por la subida de los precios de los productos energéticos, y en particular, de la electricidad, que sigue cada día batiendo alzas históricas.

Con ello, y a pesar de tratarse de un efecto coyuntural del comportamiento de los precios energéticos, no puede obviarse que se está perjudicando el poder adquisitivo de unos salarios que no están creciendo en la misma medida. En este sentido, cabe recordar que el incremento salarial medio pactado en convenio hasta el mes de agosto fue del 1,5% en el país y del 2,13% en la Región, bastante por debajo del 3,3% y del 3,2% que crecieron los precios, respectivamente, en uno y otro ámbito, en ese mismo mes.

Asimismo, la subida del SMI de 19 euros que planteó el Gobierno al zanjarse las negociaciones, apenas supondría un 2% de actualización para esta referencia que determina los salarios, precisamente de las y los trabajadores más vulnerables, en sectores como el agrícola, el sociosanitario, el comercio, la hostelería, el empleo doméstico, etc. que en la Región de Murcia perciben retribuciones mínimas.

En opinión de UGT, es preciso que el Gobierno imponga un sistema más transparente en la determinación de los precios de la energía, que tanto influyen en el presupuesto de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, además de ampliar el bono social y abogar sin complejos por una empresa pública de energía que acabe con los oligopolios y vele por el interés general de los consumidores.

En paralelo, los salarios deben ir acompasando el buen ritmo de crecimiento de la economía y del empleo para evitar salir de esta crisis con aún más desigualdades, que no harían sino frágil e insostenible cualquier conato de recuperación. La subida del SMI para este año 2021 y especialmente para los próximos ejercicios, en los que se debe alcanzar el objetivo de llegar al 60% del salario medio, así como la política salarial del nuevo Acuerdo interconfederal de Negociación Colectiva deben como mínimo, partir de la base de asegurar un aumento igual al que experimenta el IPC del año, para evitar seguir profundizando en el deterioro de las rentas del trabajo.

Para ello también es imprescindible derogar la reforma laboral y particularmente sus nefastos efectos sobre la negociación colectiva, permitiendo que ésta recupere el pulso y que las patronales no puedan, como hasta ahora, hacer de la limitación de la ultraactividad, la inaplicación de los convenios o la prioridad aplicativa del convenio de empresa vías unilaterales de degradación de las condiciones laborales y salariales. Convenios sectoriales, como el de hostelería, que llevan más de una década bloqueados en nuestra Región, tienen que retomarse con urgencia para jugar un papel determinante en la configuración de un marco de relaciones laborales moderno, equilibrado y digno para nuestra Región.