Denuncian el aumento imparable de la contaminación por nitratos de varias masas de agua subterránea del noroeste: Caravaca y Bullas-Bajo Quipar

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Consideran especialmente grave el grado de contaminación de varias fuentes tradicionales, algunas al borde de la extinción, y del propio Río Quípar

Denuncian el aumento imparable de la contaminación por nitratos de varias masas de agua subterránea del noroeste: Caravaca y Bullas-Bajo Quipar

De no adoptarse con urgencia las medidas necesarias, tendremos un desastre medioambiental, difícilmente reversible, como el del entorno de la laguna del Mar Menor.

Venimos realizando mediciones de concentración de Nitratos, desde mediados de este mes de agosto, en varias fuentes de Caravaca y Bullas, así como en el propio Río Quípar, por componentes del Consejo para la Defensa del Noroeste, que a su vez hemos comparado con datos anteriores disponibles de la CHS, observando un significativo aumento de nitratos, como consecuencia del avance imparable de la agricultura y ganadería intensivas, que desde 2015 se ha agudizado, con las nuevas y descontroladas transformaciones ilegales de secano a regadío o de regadío tradicional a cultivos intensivos, que demandan muchísima más agua y que además contaminan los acuíferos por el exceso de fertilizantes y plaguicidas que vienen aplicando, sin las medidas mínimas de control, que va ligado también al notable crecimiento de la ganadería intensiva y la desmesurada generación de estiércoles y purines.

En Caravaca, las cuatro fuentes con mayores niveles de nitratos, superando claramente el límite de 50 mg/l, con progresivo empeoramiento, son las de Navares, Guarinos (Barranda), Pinilla y Cortijo Moya (La Encarnación).

Además con acusados descensos de su caudal y algunas casi secas, como la del Cortijo Moya y la de Pinilla.

En Bullas, con niveles altísimos continúa la fuente del Cabezo del Madroñal, con cerca de 200 mg/l, y también con muy escaso caudal, del acuífero del Bajo Quípar, uno de los más contaminados de toda la Cuenca del Segura.

Además de la grave situación de las fuentes tradicionales, consideramos muy preocupante la afección directa al propio Río Quípar, muy amenazado durante los años 80 y 90, que tras muchos años de programas y proyectos de saneamiento de las aguas y de intentos de recuperación de la vegetación natural del cauce y rivera del Quípar, así como de proyectos de recuperación de especies que habían desaparecido, como la nutria, se pueda estar favoreciendo la eutrofización por la tendencia al elevado nivel de nitratos, que hemos detectado, con el consiguiente crecimiento de especies invasoras, ante la mala calidad del agua circulante, que podría provocar nuevamente la progresiva pérdida de la nutria, si sigue empeorando la calidad del agua circulante, pues ya hemos medido niveles de nitratos superiores a 50 mg/l, en el cauce, a su paso por la pedanía de la Encarnación.

Consideramos sorprendente, y así queremos denunciar, que pese a haber sido declaradas hace dos años, como nuevas Zonas Vulnerables a la contaminación por nitratos (en diciembre de 2019), las Masas de agua de Caravaca, de Bullas y Bajo Quípar, junto con otras 10 Masas de agua de la Cuenca, cada vez nos encontramos mayores niveles de nitratos, prueba evidente de que no vienen actuando ninguna de las administraciones responsables, tanto la Consejería de Agricultura, como la CHS, como los propios Ayuntamientos, que también tienen competencias que pueden ayudar a frenar todo este pernicioso proceso.

Para encontrar una explicación, basta citar que las grandes fincas que se han transformado a cultivos intensivos, y siguen, a lo largo de toda la Cañada de Tarragoya, que es el valle por el que discurre el Río Quípar, o lo que queda del mismo, que está protegido como NU-AA (No Urbanizable Agrícola Ambiental), según el Plan General de Caravaca, y más abajo como el LIC del Río Quipar, con prohibición expresa de todos los usos intensivos, y la realidad es que viene sucediendo todo lo contrario.

Por eso este verano se ha denunciado la roturación de otras casi 40 Has, cerca del Quipar, entre la Encarnación y los Prados.

Desde el Consejo para la Defensa del Noroeste queremos denunciar una vez más, que de no adoptarse las medidas necesarias, el Noroeste, tiende claramente al desastre medioambiental, difícilmente reversible, del entorno de la laguna del Mar Menor, desastre que se nos está manifestando con uno más de sus terribles episodios de mortandad de peces, ante la inacción durante más de 30 años de las diferentes administraciones responsables.

Hemos enviado escrito denuncia a la CHS, Ayuntamientos de Caravaca y Bullas y Consejería de Agricultura con el documento de mediciones y datos.

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