Solo dos de los seis fuegos forestales registrados en los meses de junio y julio han sido considerados incendios como tal, que es cuando tienen más de una hectárea de terreno afectada. Los otros cuatro se quedaron en conato de incendio, según se desprende de los datos del Plan de Protección Civil de Emergencia para Incendios Forestales de la Región de Murcia, Plan Infomur.
El consejero de Transparencia, Participación y Administración Pública, Antonio Sánchez Lorente, hizo hoy balance en Caravaca de la Cruz de las actuaciones circunscritas al Plan Infomur desde el inicio de este año. Destacó que "en todo el 2021, hemos tenido 51 incendios forestales en la Región de Murcia, de los que el 88,2 por ciento han quedado en conato, gracias a la rapidez en la actuación de los efectivos del Plan Infomur".
Sánchez Lorente informó de que han sido 61,56 las hectáreas afectadas en estos siete meses, una mayor cantidad de terreno que el año pasado, en el que se produjeron 23 incendios con 29,72 hectáreas calcinadas.
De los incendios forestales sucedidos este año, el mayor tuvo lugar en enero, en el paraje de La Gañuela de Alhama de Murcia, que arrasó 24,6 hectáreas. Le siguen el acaecido en el Llano de la Traviesa de Moratalla, en junio, que afectó a 12,5 hectáreas y este mes el del Barranco del Feo, en Cartagena, con 11,5 hectáreas quemadas.
Este año la novedad del Plan Infomur ha sido la ampliación a 34 del número de patrullas móviles de Protección Civil (dos más que el pasado verano) y el periodo estival (un mes más que el año anterior).
El consejero agradeció el esfuerzo que realizan los casi 500 efectivos diarios que trabajan en el operativo "que organiza y establece los procedimientos de actuación para proteger a las personas, los bienes y el medio ambiente, ante el riesgo de incendios forestales, dentro de nuestro ámbito territorial".
La coordinación de todos estos trabajos se lleva a cabo desde el Centro de Coordinación Operativa, dependiente de la Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias, donde se ejercen las labores de mando y control.
Sánchez Lorente también apeló "a la responsabilidad individual de cada uno, es nuestro deber cuidar los espacios naturales la Región, más en este periodo de altas temperaturas cuando la naturaleza es más vulnerable. Cualquier descuido puede causar daños ecológicos inmensos, perjuicios a nuestra fauna y flora y, sobre todo, que ponen en peligro la vida de bomberos y personal que se dedican a la extinción de incendios".