Durante las últimas semanas, la ciudadanía de esta región estamos asistiendo, con gran preocupación, a una espiral creciente de hostilidad y violencia hacia vecinos y vecinas de origen migrante en diferentes municipios de la Región de Murcia que, lamentablemente, han derivado en el presunto asesinato de un vecino del municipio de Mazarrón de origen marroquí, la agresión de una vecina de origen ecuatoriano en Cartagena y, el último de esta serie, el ataque xenófobo en la mezquita de Cabezo de Torres. En el mes de Febrero también se atacó la mezquita de San Javier.
Con exclamaciones del tipo "¡Qué mierda hacéis aquí todos los moros!", "¡Muerte a los moros!", o "¡…los inmigrantes me quitan la comida!", pintadas bajo el lema de "Stop al Islam", "Stop invasión" y "No al Islam", y una bandera de España con el texto "La soberanía de España no se negocia", el odio hacia las personas migrantes ha mostrado su rostro más despiadado. Un grupo, minoritario, que representan lo peor de esta tierra, ya no tiene suficiente con lanzar los mensajes cargados de odio; se consideran con la autoridad moral de decidir quiénes tienen derecho y quiénes no lo tienen, a vivir en esta región, en nuestros barrios.
La crisis financiera del 2008, que incrementó los niveles de pobreza y exclusión entre la población en situación de mayor vulnerabilidad, agravada con la aún vigente crisis del "covid19", han creado el "caldo de cultivo" adecuado para que la política y discursos mediáticos sin escrúpulos, valores ni principios, haya calado en sectores de nuestra sociedad. Determinados colectivos han iniciado una particular "cruzada" contra personas, que por otro lado, y más allá de los derechos humanos que les asisten, por su condición de persona y de ciudadano/a, son esenciales para el mantenimiento de nuestro modelo de bienestar, son quienes recogen bajo el tórrido sol del verano en el campo murciano las verduras, hortalizas y frutas que consumimos diariamente, quienes cuidan de nuestros mayores y nuestros hogares y un largo etcétera de casos.
Sin lugar a dudas, el odio irracional, las desigualdades y las situaciones de pobreza y exclusión, están en la base de los contextos que dan lugar a estos delitos que hoy denunciamos públicamente. Pero también el que desde posiciones políticas, institucionales o profesionales en la atención social a estas personas, de manera explícita o de una manera más sutil, se "blanqueen" estos discursos, que criminalizan a menores extranjeros en situación de desamparo, a personas migrantes o refugiadas, que promueven relatos estereotipados y "retorcidos", con un alto componente emocional, basados en mentiras y que sitúa a estas personas como el origen de problemas sociales que tienen un marcado carácter estructural (desempleo, pobreza, desigualdad social, delincuencia,…..), provocando el miedo hacia ellos y generando ese contexto propicio para la proliferación de estas actitudes y conductas racistas y xenófobas.
Tenemos que exigir, a la ciudadanía en su conjunto, el desarrollo de políticas que corrijan esas desigualdades; y las corrijan para todos/as; porque todas/os estamos contribuyendo a construir esta región.
Ante semejantes atentados a la dignidad de las personas y a los más elementales valores democráticos que están en la base de nuestro modelo social, no podemos responder con el silencio y la indiferencia. Cualquier agresión, es un atentado al conjunto de la ciudadanía de esta región y de nuestros valores de convivencia más elementales; porque esta región se ha construido sobre la base de la convivencia y la tolerancia que ha hecho que nuestra agricultura sea puntera, que nuestro patrimonio forme parte de la esencia de lo que somos como sociedad, que la diversidad cultural haya sido, históricamente, un escenario gestionado desde parámetros inclusivos y que nos ha hecho crecer como conjunto, no como la suma de partes.
Mientras sigamos sin darle importancia a las palabras y actos que deshumanizan a la población extranjera o que la discriminan por su origen cultural o étnico, o peor aún, entre tanto creamos que esos estereotipos lanzados interesadamente y la desinformación que nos llega son ciertos, estos hechos podrán volver a ocurrir.
Hoy, las entidades y colectivos que formamos parte de la Mesa de Islamofobia de la Región de Murcia, volvemos a denunciar esa forma estúpida e insensata de imposición de un modelo ideologizado de región excluyente y alejada de nuestra historia. Es el momento de que la sociedad civil organizada, las organizaciones sociales, las instituciones, y la ciudadanía en su conjunto de esta región pongamos freno al racismo y la xenofobia; clamemos con una única voz, que esa no es la región que queremos para nuestro presente ni para nuestro futuro.
Es el momento de que la política lidere procesos orientados a la corrección de las desigualdades sociales, una estrategia que acabe con las situaciones de pobreza y exclusión que tanto daño están haciendo a esta región. Pero teniendo en cuenta a todos y todas. Es vital hacer transversales los principios de convivencia, igualdad e inclusión no solo en políticas de bienestar social, sino también en políticas educativas, sanitarias, etc. Conociendo la causa real de las desigualdades, la pobreza y la exclusión social se combatirá, eficazmente, el discurso que criminaliza a colectivos enteros de "los males de nuestra sociedad".
Es inaplazable que la sociedad murciana en su conjunto, denuncie con todas las herramientas que nos facilita nuestro marco normativo y el estado de derecho, a quienes, desde posicionamientos políticos y sociales de corte racista y xenófobos, están alimentando el odio y alimentando contextos propicios para que se den hechos tan lamentables como los que estamos denunciando.
Porque lo que reivindicamos es la Murcia de toda la vida: inclusiva, diversa, solidaria y audaz e inteligente en la construcción de su futuro.
Mesa de la Islamofobia Región de Murcia
La Mesa de la Islamofobia de la Región de Murcia nació el 12 de noviembre de 2019. El odio anti musulmán es un fenómeno creciente con aristas diversas y acuciantes. En este contexto más de 20 organizaciones nos reunimos en Murcia a iniciativa de Fundación Al Fanar para explorar la posibilidad de trabajar conjuntamente en la responsabilidad social de integrar y reconocer la diversidad de la realidad en la región de Murcia aunando esfuerzos y conocimientos, tejiendo redes e ideas renovadas. Con este impulso hemos creado la Mesa del Islamofobia en Murcia.
Los objetivos de la mesa de trabajo son:
- Poner en común los proyectos en marcha y los planificados sobre el tema en la región.
- Coordinar esfuerzos, ideas y acciones entre las asociaciones de Mesa.
- Colaboración con otras instituciones y asociaciones locales, nacionales e internacionales.
- Planificar formaciones, campañas, acciones y proyectos de forma conjunta.
- Posicionar y visibilizar las acciones y resultados ante otras organizaciones, las administraciones públicas y empresas privadas.
Organizaciones que conforman la Mesa de la Islamofobia.
· AMAJAM
· Asociación Cazalla Intercultural
· Asociación Columbares
· Asociacion de Colombianos residentes en Murcia (ASCORM)
· Asociación de Senegaleses de la Región de Murcia.
· Asociación Emplead@S De Hogar De Murcia
· Asociación Murcia Acoge
· Centro Islámico Tawhid de Lorca
· Comunidades Cristianas de Base de Murcia
· Coordinadora de ONG de Desarrollo de la Región de Murcia
· Cruz Roja Murcia
· Fundación Al Fanar para el Conocimiento Árabe
· Fundación Cepaim
· G-CHIME (Grupo de chicas musulmanas de Elche)
· Grupo interreligioso de Murcia (GRIM)
· Islam en Murcia
· Liga Española de la Educación y la Cultura popular
· Onda Murcia
· Red Acoge
· Red Hispano Polaca de Investigación Científica
· Universidad de Murcia