De esta forma se renueva la anterior regulación del año 2014
El Gobierno regional ha actualizado la normativa que regula la pesca artesanal del pulpo (octopus vulgaris) con el objetivo de equilibrar las demandas, poder ejercer la actividad entre los distintos distritos marinos y mantener la sostenibilidad de este recurso pesquero. Así se recoge hoy en la orden de la Consejería de Agua, Agricultura, Pesca, Ganadería y Medio Ambiente publicada en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM).
Las modificaciones regulan los distritos marítimos donde las embarcaciones pueden ejercer la actividad, con el fin de encauzar la tramitación de las solicitudes para ejercer la actividad. Se adelanta un mes la veda, de mayo a abril, quedando del 1 de abril al 30 de junio y del 1 de septiembre al 31 de octubre. También se establece la retirada de las nasas de su calamento durante el período de descanso semanal, obligatorio para el calamento de los artes fijos de pesca utilizados por la flota de artes menores, durante los meses de enero, febrero y marzo. Estas deben ser trasladadas al puerto correspondiente y puestas a disposición de la inspección pesquera para poder ser supervisadas.
La nueva normativa mejora los requisitos que deben cumplir la identificación y señalización de los artes de trampa, de conformidad con lo dispuesto en los Reglamentos Comunitarios de Control, para garantizar la política pesquera común. Igualmente, regula la descarga de capturas en un distrito marítimo distinto al que se ha ejercido la pesquería.
El pulpo es una especie muy apreciada por el consumidor y que presenta una elevada demanda en el mercado. Su captura en la Región de Murcia hasta el año 2002 se realizaba por la flota de arrastre, o mediante trasmallos o cadufos que utiliza la flota de pesca costera artesanal.
A partir de ese año se reguló el uso de nasas para pulpo, que permite una pesca dirigida de esta especie y que suelen utilizar los barcos de artes menores. La selectividad de este arte es muy elevada, pero también lo es el esfuerzo pesquero que puede realizar sobre esta especie, que, debido a su corto ciclo de vida, requiere un seguimiento especial para garantizar un adecuado reclutamiento y por tanto que se encuentre dentro del rendimiento máximo sostenible.
La regulación iniciada en el año 2002 se actualizó posteriormente en 2014 y se hace de nuevo en 2021 para aumentar el control de la pesquería y garantizar que el pulpo se explota de forma adecuada.
