La crisis sanitaria generada por la segunda ola de la COVID-19 agrava la situación de vulnerabilidad para millones de personas. El país sufrela peor crisis sanitariadesde su independencia en 1947.
La acción humanitaria atiende acerca de 10.000 personasmediante la distribución de alimentos, kits de higiene y protección, material médico, y medicamentos; apoyo al personal sanitario local; y campañas de información y sensibilización.
La acción de ayuda humanitaria desplegada por Alboan y Entreculturas, , organizaciones de cooperación de la Compañía de Jesús en España, en colaboración con laRed Xavier- red internacional de organizaciones jesuitas para el desarrollo- se centra en atender a las comunidades que en este momento están en situación de especial vulnerabilidad: comunidades de áreas rurales, de barrios marginales y población migrante. Esta labor la llevan a cabo de la mano de organizaciones locales aliadas en los Estados de Gujerat, Tamil Nadu, Delhi, Bihar, Jharkhand, Maharashtra, Andhra Pradesh y Kerala.
En estos momentos se está atendiendo acerca de 10.000 personasmediante la distribución de alimentos, entrega de kits de higiene y protección, reparto de material médico, medicamentos y apoyo al personal sanitario local. y campañas de información y sensibilización para prevenir el contagio.
India sufrela peor crisis sanitariadesde su independencia en 1947. Loshospitales no tienen capacidad suficientepara atender a todas las personas afectadas. Hay escasez de camas, de oxígeno y de medicamentos, y la situación es más delicada aún si cabe en las zonas rurales.
Las autoridades piden a la población que limiten sus contactos, mientras en las aldeas muchas personas se acercan hasta las obras e instituciones jesuitas para pedirun lugar donde quedarseya que no pueden conseguir una cama en un hospital. En las zonas rurales la situación es de pánico y confusión. Se desconoce el número real de personas infectadas, y mucha gente se niega a vacunarse debido a los bulos que circulan.
Los canales de televisión muestran imágenes de crematorios con listas de espera interminables. En otras comunidades enormes excavadoras siguen abriendo fosas para dar sepultura a las personas fallecidas. Esta segunda ola recuerda a tragedias como la que vivió Gujerat durante el terremoto de 2001. La diferencia es que el terremoto fue una catástrofe con hora de inicio y de final, mientras quela situación actual nadie sabe hasta cuándo se alargará.
Pero a pesar de todo en las comunidades, parroquias y colegios se continúan tendiendoredes de esperanzaintentando atender las necesidades de las familias más desfavorecidas.
Las ONG Alboan y Entreculturas han habilitado diversos recursos para recabar apoyos a la acción humanitaria.