Las autoridades sanitarias recomiendan el uso de purificadores de aire, utilizados hasta ahora en la prevención de las alergias, para eliminar partículas en suspensión que podrían contener COVID-19.
Entre los diferentes tipos de filtros, destacan por su elevada eficiencia los HEPA H13, que atrapan el 99,95 % de las partículas en el aire.
Estornudos, secreción o congestión nasal, ojos rojos, picazón, lagrimeo, dificultad para respirar, tos, erupciones cutáneas o urticaria... La primavera ya está aquí, y con ella, las alergias, a las que por segundo año consecutivo hay que sumar los contagios por Coronavirus. El polen es sin duda uno de los alérgenos más comunes, pero también un factor que podría contribuir a incrementar los contagios por COVID-19. Para combatir la alergia y prevenir contagios, la compañía de sanidad ambiental EZSA, apuesta por el uso de purificadores de aire con filtros de alta eficiencia HEPA H13.
Un estudio publicado recientemente en la revista científica PNAS concluye que cuantos más granos de polen en suspensión, mayor número de contagios de Coronavirus. La investigación, desarrollada entre marzo y abril del año pasado en base a datos de casi 250 estaciones de análisis repartidas por todo el mundo, varias de ellas en España, establece un vínculo entre polen y contagios por Coronavirus: el material polínico debilita la primera línea de defensa contra los virus respiratorios. Y ello, independientemente de si se trata de una persona alérgica o no.
Doble amenaza en el aire
Los síntomas de la alergia se pueden confundir con los del coronavirus y no hay que menospreciar esa posibilidad. Las partículas en suspensión que se acumulan en un ambiente cerrado son una de las principales vías de propagación de la COVID-19. La renovación del aire permite diluirlas y reducir el riesgo de contagio, sin embargo, la recirculación del aire resulta compleja en espacios cerrados. Por ello, desde el inicio de la pandemia, las autoridades sanitarias recomiendan el uso de purificadores de aire para eliminar partículas en suspensión que podrían contener COVID-19.
Este uso de purificadores de aire para la prevención del Coronavirus es nuevo, sin embargo, hace ya algunos años que se habla de sus ventajas para prevenir y reducir los efectos de las alergias. Según datos de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las alergias afectan a más de 8 millones de españoles y las gramíneas son las responsables de estas alergias en cerca de 7 millones de personas en España, seguidas de plantas como el olivo, arizónica, plátano de sombra, salsola y parietaria.
El polen, tan habitual en esta época del año y ahora considerado una amenaza para los contagios por COVID-19, se cuela fácilmente dentro de casa y de los espacios cerrados en general, y pasa a formar parte del polvo junto con los ácaros, la causa más común de alergias en el hogar. Pero, al mismo tiempo, la reticencia a abrir las ventanas por miedo a que entre polen puede contribuir a generar un ambiente más cargado y convertir los espacios cerrados en caldo de cultivo de la COVID-19.
Las partículas alérgenas son pequeñas y flotan en el aire, caen y se pegan a las superficies. Cuando caminamos por la habitación, nos sentamos, levantamos objetos o encendemos un ventilador, por ejemplo, se vuelven a levantar y quedan en suspensión en el aire. Mientras están depositadas en una superficie no causan ningún síntoma, pero, cuando están en el aire y se inhalan, pueden provocar reacciones alérgicas. Además, estas partículas en suspensión pueden contener COVID-19 además de contribuir a debilitar la defensa contra los virus respiratorios.
Solución dos en uno
Eliminar estos alérgenos, como eliminar los virus, no es siempre sencillo y, erróneamente a lo que se piensa, una buena limpieza no es suficiente. Un purificador de aire, sin embargo, atrapa estas partículas impidiendo que vuelvan a flotar en el aire. Esta solución, que desde hace tiempo contribuye a reducir las reacciones alérgicas es al mismo tiempo un arma efectiva para prevenir el contagio por COVID-19.
Existen varios tipos de purificadores de aire dependiendo del método que utilizan para purificar el aire: de luz ultravioleta, de carbón activo y el HEPA H13. Este último es, por su efectividad, el que recomiendan las autoridades sanitarias para la prevención ante el coronavirus, pero también el más efectivo para las alergias. "Estos aparatos permiten atrapar el 99,95 % de las partículas de virus, polvo, olores o gases nocivos que se filtran en el aire", afirma Ignacio Santamarta, Director de Innovación en EZSA.
En esta línea, la firma lanzó recientemente el purificador Freshcube Evo, diseñado para estancias de entre 34 y 106 m2. A través de un ventilador con cuatro velocidades y tres capas de filtrado, el dispositivo capta el aire y atrapa las partículas suspendidas en el ambiente. También dispone de una luz ultravioleta para efectuar una limpieza adicional del aire cuando no hay presencia de personas en la tienda. E incluye un sistema de medición de la calidad, la temperatura y la humedad ambiental.
Sobre EZSA Sanidad Ambiental
EZSA Sanidad Ambiental desarrolla su actividad en el sector de servicios de Sanidad Ambiental y Control de Plagas. Ocupa posiciones de liderazgo en Control de Plagas, Sanidad Ambiental, Prevención y Control de Legionela.
El prestigio alcanzado por EZSA en sus 30 años de vida es fruto de la alta calidad de sus trabajos y del irrenunciable compromiso con los clientes. El cumplimiento riguroso de la normativa medioambiental y de seguridad en la ejecución de los trabajos ha sido siempre un objetivo estratégico prioritario de la compañía.
Entre sus principales clientes destacan:· Industria alimentaria, farmacéutica, siderúrgica, automoción, minera, manufacturera, generación de energía etc.· Compañías productoras y distribuidoras de electricidad, gas y agua.· Operadoras de telecomunicaciones.· Compañías navieras, aeroportuarias, viarias y ferrocarriles.· Grandes centros comerciales y de distribución, hospitales, hostelería, centros educativos y deportivos.· Organismos públicos de ámbito estatal, autonómico y local.