El productor Carlos Cuenca presenta "Ova Talá!, último capítulo de su trilogía "Metamorphosis". Manteniendo la propuesta de los dos episodios anteriores, Carlos sobrevuela diferentes estilos musicales de tal forma que estos pasan a un segundo plano, y las emociones se vuelven el principal hilo conductor. En esta producción podemos observar una gran paleta de colores: el flamenco, el hiphop, el jazz, la música afrocubana, la electrónica… Carlos nos invita una y otra vez a disentir de ellos. Vivimos en un mundo globalizado, enlazado culturalmente y donde ya no tiene sentido considerarse Punky, Rapero, Flamenco … somos todo lo que nos rodea.
Es difícil etiquetar "Ova Talá", podemos apreciar una base de música electrónica y de flamenco, dos estilos predominantes en Metamorphosis 1 y Ralda y Riquet, los dos capítulos anteriores, pero quizás lo que aquí llame mas la atención sea el canto afrocubano de Yadira Ferrer y el rap cantado por el mismo Carlos.
Esta trilogía, Metamorphosis, que comenzó a ver la luz hace ahora casi un año, gira en torno a la conciencia, la transformación personal, la identidad y nuestra relación con el Universo, la aceptación de la vida y por supuesto el amor, pero no el amor romántico al que estamos acostumbrados a escuchar en las canciones pop, sino un concepto de amor mucho mas transversal. Lo que en un principio puede parecer extremadamente trascendental y musicalmente complejo, acaba siendo un viaje sencillo, una visita a un universo que podremos reconocer en nosotros mismos, un universo que sentiremos que siempre ha estado ahí.
El videoclip que acompaña al single está de nuevo dirigido por Marta Romero, directora de los anteriores capítulos, y en él podremos disfrutar de nuevo del baile de Miranda Alfonso (La Fura dels Bauls), acompañada del bailarín Rogelio Lorda. El canto que escucharemos a la cantante Yadira es un rezo a la deidad africana Obbatalá, del que se dice que es dueño de las cabezas y de la conciencia de los humanos. La percusión electrónica despliega un compás flamenco de soleá por bulería, realizada con los sonidos de la legendaria caja de ritmos, la Roland 808 y a esto le sumamos un toque de hiphop, con Carlos cantando también… todo un viaje por diferentes géneros y lugares.
Para los que siguen la historia que Carlos Cuenca va desvelando a través de sus redes sociales: En este último capítulo, Ova Talá, la conciencia conoce al ego.
