Las gasolineras automáticas favorecen la recuperación económica por el ahorro que generan, los puestos de trabajo que crean y la seguridad de su suministro en tiempos de la COVID 19
La competencia en el sector de las gasolineras y la distribución al por menor de carburantes, genera un ahorro anual de unos 6.000 millones de euros a la sociedad española, según las cifras que maneja la Asociación Nacional de Estaciones de Servicio Automáticas (Aesae) tras evaluar el papel que desarrollan sus asociados en la mejora del precio del carburante en España. Además del ahorro porporcionado, la actividad de las gasolineras automáticas crea empleos en el sector y garantiza una mayor seguridad en momentos de pandemia.
La implantación de las gasolineras automáticas desde 2014 en toda la geografía española ha ayudado a fortalecer la presión competitiva, obligando a las gasolineras tradicionales a competir en precio y servicio. Sin embargo, la penetración de las gasolineras automáticas es desigual en el territorio nacional, ya que algunos entes públicos continúan poniendo trabas a este modelo de negocio impidiendo su implantación y negando por tanto los beneficios que ofrece a los conductores.
A pesar de las distintas barreras legislativas a las que se han tenido que enfrentar las automáticas, este nuevo sector ha crecido con el paso de los años y ya supone el 10% del mercado de distribución al por menor de carburantes en España. Así, las comunidades que cuentan con una mayor penetración de este modelo son Cataluña (20%), Comunidad Valenciana (17%) y Madrid (12%). En el otro extremo, se encuentran comunidades, con poco peso de las automáticas en el mix de suministro; como Cantabria (2%), Navarra (4%), Murcia (5%) y Galicia (5%).
Este crecimiento se debe a la progresiva supresión de barreras contrarias a la libre competencia en las distintas Comunidades Autónomas, en línea con los requerimientos de la Unión Europea y los pronunciamientos de la Comisión Nacional de Mercados y de la Competencia (CNMC). Y, también, a la buena acogida de los consumidores, que ven en este modelo una manera segura, especialmente en estos tiempos de pandemia, y también eficiente por el ahorro y la rapidez en el repostaje. En relación al ahorro generado por estas nuevas infraestructuras de abastecimiento no solo beneficia a los que las eligen, sino que afecta directamente a los conductores que se decantan por las tradicionales, ya que, según un informe de la CNMC, se constata que las automáticas aumentan la presión competitiva sobre las demás gasolineras, generando un ahorro para los consumidores de las gasolineras tradicionales.
“Los datos de desempleo del mes de febrero son muy preocupantes con más de cuatro millones de parados y 900.000 personas en ERTE. Ahora más que nunca debemos ayudar a las familias y ahorrar lo más posible para ajustar el ya menguado presupuesto de ingresos de éstas. Esto es algo que tenemos muy claro”, explica Manuel Jiménez Perona, presidente de Aesae. Según datos que maneja la Asociación, las gasolineras automáticas cuentan con más de 1.500 trabajadores.
En esta línea, Aesae señala que el importe medio de los repostajes que se realizan en las gasolineras de sus socios es de unos 15 euros, por lo que “son conductores que tienen muy estudiado cuánto se pueden gastar al mes en esta partida, que por otro lado es muy relevante en el presupuesto mensual familiar”, aclara Jiménez Perona. Diferentes estudios de la Organización de Consumidores (OCU), indican que la competencia genera un ahorro anual a las familias de entre 280 a 320 euros anuales por vehículo, dependiendo de la zona que se frecuente y de la demanda que exista.
Desde la asociación piden a las administraciones públicas, en especial a los ayuntamientos, que no pongan trabas a su modelo de negocio, ya que es un apoyo primordial para ajustar el presupuesto familiar y apoyar la recuperación económica, no podemos olvidar que el ahorro es un factor fundamental en momentos de crisis como los que estamos sufriendo, explica Manuel Jiménez Perona
