Los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales suponen importantes costes humanos y económicos para la persona trabajadora accidentada, la empresa y la sociedad. La importancia de integrar la prevención en el sistema de gestión de las empresas es clave para reducir la siniestralidad y evitar su enorme impacto económico y social.
Por este motivo una conocida mutua ha preparado una guía que proporciona a las empresas las pautas a seguir para poder implementar programas de reducción de su siniestralidad. "El objetivo es contribuir desde la mutua a la mejora continua de la seguridad y la salud de sus trabajadores, prevenir los accidentes laborales y las enfermedades profesionales y reducir con ello además los índices de absentismo", ha apuntado José Luis Cebrián, responsable de Prevención de la mutua.
Además, la guía pone especial atención en los costes de los accidentes de trabajo. "Es importante que la empresa sea consciente de los numerosos costes y pérdidas que un siniestro laboral puede acarrear. No se trata únicamente de los directos que se pueden contabilizar como son los salariales, los materiales por desperfectos ocasionados o las posibles sanciones administrativas. Además existen costes indirectos que no se pueden medir de forma concreta pero que afectan también al saldo final como son el incremento de pólizas de seguros, costes administrativos, jurídicos y costes más intangibles pero no por ello menos importantes como la pérdida de producción derivada de un posible malestar de la plantilla o por el deterioro de la imagen de marca de la empresa", ha explicado Cebrián.
Así, el documento aclara conceptos como incidente, accidente y la clasificación de los tipos de este en función de dónde se produce, según la Ley General de la Seguridad Social. Enumera y explica las distintas modalidades preventivas con las que la empresa puede contar para la gestión de la prevención de los riesgos laborales dependiendo de sus características y hace hincapié en la implantación de planes de prevención para su adecuada integración en el sistema general de gestión de la empresa.
Nueve pasos para integrar la Prevención de Riesgos Laborales
Para reducir de forma optimizada y efectiva la accidentabilidad y tener una empresa segura, saludable y competitiva es necesario disponer de un Plan de Prevención de Riesgos Laborales que incluya estos nueve pasos:
1. Identificar los riesgos. Conocer los posibles riesgos asociados a cada puesto es el primer paso para evitarlos.
2. Evaluar los riesgos. ¿Se pueden eliminar? Si no es posible deberemos determinar la probabilidad de que se produzca el daño y la gravedad.
3. Planificar la actividad preventiva, priorizando en función de la magnitud y el número de trabajadores expuestos.
4. Establecer protocolos de actuación que se revisen e inspeccionen de manera periódica.
5. Formar e informar de forma adecuada a la plantilla para que sea consciente del riesgo y de la correcta utilización de los equipos de trabajo y ejecución de las tareas.
6. Realizar coordinación de actividades empresariales. Identificar y controlar los riesgos que se pueden derivar.
7. Adecuada vigilancia de la salud por parte de personal sanitario con capacidad acreditada que evalúe la salud de los trabajadores, estudie posibles enfermedades relacionadas con el trabajo y riesgos así como la prestación de primeros auxilios y la atención de urgencia a los trabajadores víctimas de accidentes o daños en el lugar de trabajo.
8. Establecer indicadores que ofrezcan información que ayude a analizar la siniestralidad, la incidencia o el absentismo de la empresa.
9. Analizar datos y establecer puntos de mejora
El seguimiento de estos nueve pasos y la implicación real y activa de la dirección de la empresa en la prevención de riesgos laborales se puede traducir en una reducción constante de la siniestralidad laboral y, en consecuencia, una mejora continua de la seguridad y la salud de las organizaciones.
¿Qué es un programa de reducción de siniestralidad? Fases de implantación
Si tras el análisis de los indicadores de control de siniestralidad se detectan desviaciones respecto a los objetivos previamente marcados es momento de establecer un plan de acción para reducir la siniestralidad.
"Los programas de reducción de siniestralidad tienen que interpretarse como una herramienta eficaz de mejora por lo que debemos fijar unos objetivos realistas, que sean alcanzables en un tiempo definido", ha destacado el responsable de la conocida mutua.
El siguiente paso es obtener los datos para poder extraer conclusiones relativas a los accidentes, las causas y los factores. "Para ello debemos buscar información relativa a nuestra siniestralidad laboral (listas de accidentes de trabajo con baja, estadísticas de siniestralidad en comparativa con datos del sector,…), pero también información relativa a las condiciones de trabajo, a las condiciones de los centros de trabajo y sobre la gestión preventiva", ha enfatizado Cebrián.
Tras esto analizaremos los datos recopilados, elaborando una serie de parámetros e indicadores que faciliten la obtención de conclusiones y la identificación de puntos críticos.
A continuación cabría definir un plan de acción que variará para cada empresa y situación, identificando un plazo de puesta en práctica, un responsable de ejecución y verificación y los medios y recursos necesarios para llevarlo a cabo.
Y por último, se analizarán los resultados mediante los indicadores de siniestralidad y el seguimiento del cumplimiento de las actividades establecidas. "Si llegados a este punto no se ha alcanzado el objetivo fijado tendremos que establecer un nuevo plan de acción y reiniciar el proceso", ha concluido Cebrián.
Esta guía ya se puede consultar en el apartado de Prevención y Salud dela web de la mutua, en la sección destinada a la gestión de la prevención.