Nada tiene que objetar esta Corporación –SCRATS- ante el hecho de que el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación no quiera entrar en campos que no son de su incumbencia competencial, léase agua. Así lo ha manifestado en alguna reunión a la que el Presidente de esta Corporación acudió como miembro de la Comisión Permanente de Fenacore. Eso corresponde a su compañera de Gabinete y superior la Ministra del MITECO. Aunque mal negocio es la agricultura desligada del agua, o más correcto resulta decir, imposible negocio. O dudosa responsabilidad ministerial de alimentación si no se preocupa por el sector más activo en este sentido de Europa.
Ni siquiera tenemos nada que objetar, faltaría más, a que se reúna con agricultores de la Región de Murcia. Antes bien, creemos que debería haberse prodigado mucho más por estas tierras y visitado a muchos más de las decenas de miles de agricultores que, de todos los tamaños, practican el noble oficio de la agricultura en estas regiones.
Nosotros solicitamos una reunión con el señor Ministro en su momento, cosa a la que se ha negado. Y nada diríamos hoy si su hilo argumental no se hubiera torcido y mucho. Su lema de ¨nada de temas relativos al agua¨ se quiebra cuando acude a visitar una planta privada de desalación, que da servicio a regantes, obviamente. Vaya por delante el mayor de los respetos y nuestra admiración al trabajo de esa Comunidad de Regantes. Cualquier comunidad de regantes hubiera estado encantada de recibir en su sede al Señor Ministro. Faltaría más. Pero con esa visita el Ministro deja patente –quizá no sus intenciones, caso de que albergue alguna para el sector- sino las de aquella para la que el Señor Ministro cumple el encargo de visitar la planta desaladora. Su Vicepresidenta y Ministra del ramo hídrico, la Excelentísima Señora Doña Teresa Ribera.
El encargo es obvio y cumple dos objetivos:
Primero.- Dar un mensaje claro: el ámbito competencial del Ministro, la agricultura y la alimentación, tiene un papel secundario para el Gobierno de la Nación. Hay que mantener el buen estado de las masas de agua, sin más. La actividad humana que se desarrolla con ellas está de más. Asume así su papel secundario dentro del Gabinete de Gobierno el propio Ministro.
Segundo.- Y fundamental. El Gobierno de la Nación no cree en absoluto en el Trasvase. No cree en que pueda tener, por motivos única y exclusivamente ideológicos, función alguna. El Gobierno de la Nación se posiciona, por imposición de la Ministra y Vicepresidenta Ribera, con las tesis más alejadas del progreso educado y sostenible. Ese es el mensaje del Gobierno a través de su emisario el Ministro de Agricultura: no aceptamos el Trasvase por cuestiones ideológicas –no hay otra explicación para esa animadversión sin fuste-. Y apostamos única y exclusivamente por la desalación. ¨Ese es su futuro inmediato. Ideológicamente vamos a forzar las máquinas caras, carísimas de la desalación¨. Que caen, que caerán, bajo el fuego cruzado de la ideología buena parte de los pequeños medianos e incluso grandes negocios creadores de empleo y riqueza…eso es harina de otro Ministerio. El de Hacienda, al que habrá que recurrir puesto que el de Agricultura se ha mostrado indiferente a nuestras reivindicaciones.
No dudamos de que, personalmente, el Ministro pueda albergar buenas intenciones para con el regadío de esta Región, pero de buenas intenciones está asfaltado el infierno de la agricultura levantina.
La Ministra del MITECO ha recibido a la práctica totalidad de los que objetan contra el regadío en Murcia, Alicante y Almería. Y no se ha querido reunir con nuestra organización o cualquier otra que implique actividad humana afecta al agua. El Ministro de agricultura pasa de lado por Murcia sin querer ver a la organización que aglutina a más de ochenta mil regantes en el Levante. Jamás el regadío levantino ha estado tan huérfano de afectos administrativos.