Se estima que, en los próximos años, pueden producirse un total de 2 millones de mutilaciones genitales femeninas adicionales
Entreculturas, a través de su programa "La Luz de las Niñas" trabaja a través de la educación, para cambiar actitudes y creencias que generan violencia contra las niñas
Mañana sábado 6 de febrero se conmemora el Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, una día para sensibilizar sobre la imperiosa necesidad de sumar esfuerzos en la eliminación de esta práctica. Según Naciones Unidas, al menos 200 millones de mujeres y niñas en 30 países han sido sometidas a la mutilación genital femenina (MGF).
Si bien es cierto que los datos eran esperanzadores, las tasas de niñas entre 15 y 19 años sometidas a mutilación genital femenina en los 30 países donde se concentra la práctica bajaron de una de cada dos niñas a una de cada tres (es decir, de 50 a un 30 por ciento) desde 2000 hasta 2017, la pandemia está frenando los avances relativos a la protección de las niñas y a la eliminación de este tipo de prácticas dañinas. Esto supone dejar en la sombra otra pandemia, la de la discriminación que amenaza la vida de más 240 millones de niñas en todo y por ende, la consecución de la meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relativa a "eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina".
UNESCO alertaba ya al principio de la emergencia sanitaria sobre dos décadas pérdidas para los derechos de las niñas si no se actuaba de manera urgente. La invisibilidad y el confinamiento amenazaban con agudizar la situación de violencia, exclusión y vulnerabilidad de miles de niñas y mujeres, en todo el mundo. Debido a las interrupciones en los programas de prevención se estiman 13 millones de matrimonios forzados adicionales en los próximos diez años, 20 millones de niñas sin escuela que se sumarán a los 129 millones de niñas fuera del sistema educativo y que, en los próximos años, se producirán un total de 2 millones de mutilaciones adicionales que podrían ser evitadas.
Entreculturas, a través de su programa "La Luz de las Niñas", junto a sus organizaciones socias el Servicio Jesuita a Refugiados y Fe y Alegría, "trabajamos en diferentes países sensibilizando a la comunidad, a través de la educación, para cambiar actitudes y creencias que generan violencia contra las niñas y mujeres y concienciar sobre las graves consecuencias de estas prácticas dañinas", explica Isabel Menchero, Responsable Técnico Cooperación, Ciudadanía y Campaña Luz de las Niñas.
Este programa ha atendido ya a más de 48.000 niñas, con nombre y apellidos, con las que Entreculturas lleva trabajando ya 5 años en 17 países de América Latina y África como Chad, Congo, República Centroafricana, Honduras, Haití o Guatemala y en contextos de extrema exclusión, comunidades indígenas, periferias urbanas, campos de personas refugiadas. Por ejemplo, en la región de Guéra, en Chad, el programa La Luz de las Niñas está siendo clave para garantizar el respeto por los derechos de las niñas, para hacer de la escuela un espacio de aprendizaje para ellas y reforzar su papel en el desarrollo comunitario. Guéra es una de las zonas con los índices más altos de mutilación genital femenina, ya que en la región el 90% de las mujeres han sido mutiladas.
"Pienso que la mutilación genital femenina es una forma de tortura, pues se hace contra la voluntad de las niñas y les causa gran daño. La educación es importante en la lucha contra la mutilación genital femenina porque permite a las niñas conocer sus derechos, sus responsabilidades y su importancia en la sociedad", señala Erbye Deepe, monitora comunitaria de Fe y Alegría Chad en Mongo, capital de la región.
Gracias al programa, hasta el 2019, la escolarización de las niñas en Guéra ha aumentado aproximadamente en un 3%-4% cada año y se ha logrado reducir el abandono escolar. Los espacios de formación en salud sexual e higiene menstrual, además de capacitar a niñas y mujeres, han permitido que se hable de temas como la pubertad, la menstruación o la mutilación genital femenina, algo que hasta ahora era completamente tabú. Poco a poco y gracias a las distintas actividades, las niñas están tomando un papel cada vez más relevante en las escuelas, siendo conscientes de sus derechos.
Desde Entreculturas, quieren expresar su preocupación y reivindicar la necesaria erradicación de este tipo de tortura. Preocupación que comparten también a través de la coalición NO Quiero, de la que forman parte junto con Amnistía Internacional, Save the Children y Mundo Cooperante con el objetivo de que las niñas puedan crecer libres de violencia.