Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, haciéndose eco de la Videoconferencia informal de Ministros de Agricultura de la UE celebrada este lunes, pide a los ministros de agricultura que se imponga y respete el principio de reciprocidad en la agenda comercial de la UE para defender el modelo agrario europeo.
Unión de Uniones destaca que la Comisión europea viene cerrando acuerdos con diversos países terceros sin haberlos acompañado de previos informes de impacto en el sector agroalimentario europeo.
La organización muestra su sorpresa ante un avance del estudio realizado por el Centro Común de Investigación de la UE presentado este lunes en la videoconferencia de Ministros de Agricultura, donde se subraya que este tipo de acuerdos, entre ellos el de Mercosur, pueden beneficiar al sector agrario de la UE.
En tal sentido, estas conclusiones chocan frontalmente con otros informes, como el elaborado a petición del Ejecutivo francés el año pasado, que habla de un aumento significativo de las importaciones de aves de corral, carne de vacuno, etanol y miel de los países del Mercosur.
Además, dicho informe señalaba una simplificación y aligeramiento de los controles sanitarios en frontera para la entrada de las producciones de aquellos países, con escasa capacidad de las autoridades europeas para auditar el cumplimiento de los estándares europeos. El informe cuestiona también ambientalmente el tratado, ya que prevé una aceleración de la deforestación anual de alrededor del 5% en los países Mercosur y un total de entre 4,7 y 6,8 millones de toneladas de CO2 equivalente más de emisiones adicionales atribuibles al Acuerdo, debido al aumento de su producción para beneficiarse de la apertura de los mercados europeos.
Unión de Uniones reclama que, ante la propuesta de cualquier acuerdo comercial, la Comisión haga público un análisis pormenorizado de las consecuencias sobre los sectores productivos más afectados, recogiendo los efectos sobre los ingresos de agricultores y ganaderos y la previsión de las medidas compensatorias, sin las cuales los tratados no deberían aprobarse ni ponerse en marcha.
Asimismo, la organización echa en falta no solo estudios europeos, sino también estudios desde la perspectiva nacional, como en Francia, que permitan a España adoptar posiciones razonadas con respecto a sus producciones específicas “y que ilustre, por ejemplo, a los diputados cuando tengan que decidir si ratifican o no estos acuerdos”.
“Ir a ciegas en la firma de políticas tan trascendentales para los europeos es muy arriesgado” reclaman desde la organización, “No hacemos más que ver cómo se firman acuerdos sin contar con igualdad de condiciones a la hora de producir”. Unión de Uniones considera que la línea roja de cualquier negociación es que se exijan a las importaciones los mismos requerimientos ambientales, éticos y de seguridad que a las producciones europeas.
En este sentido, Unión de Uniones destaca cómo ciertas producciones de países terceros han tenido un impacto muy negativo, creando una suerte de competencia desleal con las europeas y españolas.
“Por no hablar de las políticas comerciales decididas unilateralmente, como el veto ruso o los aranceles impuestos por Trump”, han añadido, reclamando a Planas que siga insistiendo en Bruselas para retomar las negociaciones con la Casa Blanca en la nueva administración Biden y para que se instrumenten compensaciones y medidas de apoyo a los sectores afectados.