La delegación de la Facultad de Educación, el sindicato estudiantil FAE y el personal docente exigen una evaluación online

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Tachan de "deplorables" las condiciones sanitarias en las que se están realizando las evaluaciones

La delegación de la Facultad de Educación, el sindicato estudiantil FAE y el personal docente exigen una evaluación online

Desde la delegación de la Facultad de Educación, el sindicato estudiantil FAE y el personal docente, enviamos este comunicado respecto a las deplorables condiciones sanitarias en las que se están realizando las evaluaciones. Exigimos una evaluación online que garantice la seguridad de todos los miembros de la comunidad educativa y sus familiares.

El día 4 de enero no hubo ninguna confusión por parte del alumnado de la misma manera que tampoco se ha promovido la violencia por parte de este. Lo que sí se ha manifestado es la creciente preocupación de los estudiantes de la Universidad de Murcia ante el avance de la situación causada por la COVID-19.

El pasado 4 de diciembre se aprobó el reglamento de la evaluación atendiendo a las circunstancias que había en su momento. Sin embargo, es evidente que el escenario que vivimos actualmente es tremendamente inestable y, como era de esperar, la situación ha cambiado en el último mes, especialmente tras las fiestas, así como las preocupaciones y opiniones de todos y todas con respecto a la evaluación de enero.

En este momento, decidimos priorizar nuestra salud y la de nuestros allegados. A pesar de la preferencia general por exámenes y docencia presencial, cuya mayor eficiencia educativa nadie duda, sabemos que debemos atendernos a las circunstancias del momento presente. Se tiene en cuenta que el cambio de presencialidad a no presencialidad puede suponer una serie de dificultades añadidas en los métodos de evaluación, aun así, debemos priorizar en este momento la salud de todos los componentes de la Universidad, alumnado, PDI y PAS.

Desde el pasado diciembre se están incumpliendo las medidas de seguridad establecidas, encontrando irregularidades como aglomeraciones o el incumplimiento de la distancia de seguridad dentro y fuera de las aulas, el cierre de ventanas y puertas hasta la falta de organización en los llamamientos. Estas situaciones están siendo denunciadas por el alumnado y numerosos docentes, y echan por tierra no solo la efectividad de las medidas tomadas durante el cuatrimestre, como la formación de grupos burbuja, sino también el esfuerzo y sacrificio de toda la comunidad educativa.

El problema no es sólo el incumplimiento de las normas de seguridad, sino que el seguimiento de estas también dificulta la realización de exámenes. Estamos viviendo en toda la península una ola de frío que está dejando nevadas en la mayor parte del país. Mantener las puertas y ventanas abiertas, una medida con el objetivo de permitir la ventilación en las aulas y reducir el riesgo de contagio, es prácticamente inviable debido al frío y a las continuas precipitaciones. Si sumamos a las condiciones climatológicas que tiene que sufrir el alumnado, el ruido proveniente del exterior y de los propios pasillos hace que el intentar concentrarse en la realización del examen sea imposible.

Al riesgo del propio acto del examen se le suman los problemas en cuanto a la movilidad del alumnado. A la Universidad de Murcia acuden estudiantes de las pedanías y pueblos de la Región, además de los discentes procedentes de otras comunidades, por lo que una gran parte del estudiantado necesita desplazarse entre municipios, o incluso entre comunidades, a la hora de realizar un examen. La mayoría de estos estudiantes no tienen vehículo propio y dependen de otras personas o, en su mayoría, del transporte público, que está demostrando suponer un problema en este momento. Hemos recogido numerosos testimonios que atestiguan la deficiencia de las medidas de seguridad en trenes, autobuses y tranvía. Vemos un sobrepaso del aforo y una reducción tanto de personal, como de líneas y horarios, que ha provocado la incomunicación de algunos municipios.

Actualmente unos 22 municipios de la Región están sometidos a confinamiento perimetral, incluida la ciudad de Murcia, lo cual significa que los exámenes presenciales obligan al alumnado a no respetar las restricciones de movilidad establecidas, contribuyendo a empeorar todavía más la situación.

De la misma manera, otras restricciones afectan negativamente a los estudiantes y a sus familias. Las referentes al comercio y la hostelería, la cual está al 50% del aforo reducido, tienen impacto en un gran colectivo de trabajadores y jóvenes (obligados a trabajar a la vez que estudian) que han sido despedidos y o enviados al ERTE, poniendo en serios aprietos económicos a sus familias. Estas escenas no dejan de repetirse desde que empezó la pandemia y no se han tomado medidas al respecto, dejando desamparada a una gran parte de la población. Es decir, mientras por una parte se les sustrae el sustento económico, justificando la medida en que es necesario imponer restricciones en los posibles centros de contagio, se les obliga a asistir a unos exámenes presenciales.

De cara a las vacaciones de navidad, se ha visto cómo las medidas se endurecían cada vez más, no permitiendo las reuniones de más de 10 (o 6) personas en fechas señaladas o estableciendo un toque de queda más estricto, impidiendo en muchos casos la celebración de las fiestas en familia. Actualmente, en la Región de Murcia, no se permiten las reuniones de más de 6 personas no convivientes, sin embargo, podemos ver a más de 50 (e incluso 70) estudiantes obligados a compartir durante horas un espacio que no garantiza su seguridad.

Por esto, denunciamos el contraste entre la toma de medidas estrictas en prácticamente todos los ámbitos y la ligereza con la que se están presentando las condiciones de los exámenes. Habiéndose impuesto ya el cierre perimetral de muchos territorios y con la posibilidad de un confinamiento domiciliario acechando, es incomprensible la insistencia en una evaluación presencial que están teniendo la Universidad de Murcia y el gobierno de la Región.

Consideramos que la petición de pasar la convocatoria a la no presencialidad es completamente razonable, ya que los propios llamamientos de examen contemplan la posibilidad de supeditar las condiciones del examen a la evolución de situación sanitaria. Todos los llamamientos incluyen un texto que asegura que "si para la fecha del examen se prevén restricciones de movilidad, confinamiento u otras medidas que impidan realizar la prueba en la forma inicialmente prevista se formulará un llamamiento precisando las nuevas condiciones de realización'' o ''Todo lo anterior se podría ver modificado si cambiase la situación sanitaria derivada de la pandemia de COVID-19. Se avisará con la máxima antelación posible''. En cualquier caso, en todos los llamamientos se especifica que las condiciones del examen dependerán de las condiciones sanitarias. Porqué entonces no se ha optado directamente por una opción alternativa.

Estas circunstancias se están dando actualmente, y se ha comprobado que no es posible realizar la convocatoria de exámenes de la manera que se pretende, por lo que no comprendemos la falta de actuación y la actitud irresponsable de la universidad y el gobierno autonómico.

Por todas estas razones, tanto el estudiantado como el cuerpo docente se ve obligado a exigir una evaluación segura, que, dadas las circunstancias actuales, solo se puede conseguir mediante la realización de exámenes virtuales. Únicamente de esta manera podremos proteger eficazmente a toda la comunidad universitaria.

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