La Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, a través del Instituto Murciano de Acción Social, IMAS, ha destinado en 2020 un total de 414.600 euros, a través de distintas subvenciones, para apoyar proyectos de inserción personal, laboral y social promovidos por Cáritas, la Fundación Jesús Abandonado y la Hospitalidad Santa Teresa, destinados a personas en situación o en riesgo de exclusión social.
Más de 130 personas vulnerables de la Región se han beneficiado de los servicios prestados por estas entidades, en las que se mantienen 22 puestos de trabajo con distintos perfiles de cualificación. Entre estos servicios cabe destacar el de alojamiento, atención a las necesidades básicas, asesoramiento legal, asistencia sanitaria, atención y apoyo psicológico, formación para la integración personal y laboral y aprendizaje independiente.
"Queremos ayudar a dar respuesta urgente a los problemas de integración social y laboral de grupos que se encuentran en riesgo de exclusión social, más aún frente a la crisis provocada por el coronavirus", indicó la directora general de Personas con Discapacidad del IMAS, Conchita Ruiz.
Acogida
En concreto, Cáritas ha recibido un total de 9.100 euros este año para seis plazas en casas de acogida destinadas a extutelados del Servicio de Protección de Menores y a inmigrantes en situación de vulnerabilidad o sin red de apoyo familiar o social. En el primero de los casos, las direcciones generales de Personas con Discapacidad y de Familias y Protección de Menores articulan procesos de acogida integral para la formación o la inclusión social, proyectos que dan continuidad a la atención y a las oportunidades con las que estos jóvenes contaban durante su minoría de edad.
Asimismo, el Centro de Acogida de la Fundación Jesús Abandonado ha recibido un total de 255.500 euros para el sostenimiento de sus 20 plazas, atendiendo a casi un centenar de personas mayores sin hogar o en situación de exclusión social que carecen de redes sociales efectivas, se encuentran en situación de inestabilidad y/o desafiliación social y requieren un recurso de alojamiento y una intervención social estable.
La estancia en el centro y los servicios que se prestan se hacen posible gracias a los diez trabajadores implicados en este proyecto. Psicólogos, trabajadores sociales, monitores ocupacionales y personas de servicios realizan diversas actuaciones individualizadas en el marco de un plan personalizado de inserción para que su estancia en ese centro les ayude lo máximo posible a obtener una vida autónoma.
Por último, la Casa de Acogida de la Hospitalidad Santa Teresa de Cartagena, que cuenta con una capacidad de doce plazas, ha recibido del IMAS un total de 150.000 euros, dirigidos al alojamiento temporal y atención integral a personas españolas o extranjeras, mayores de edad y menores de 60 años, en situación de exclusión social o trastorno mental crónico y que presentan situaciones de desarraigo familiar y social. Son requisitos para el acceso a este recurso no presentar comportamiento agresivo o peligroso para sí mismo o para los demás, tener autonomía funcional y no presentar drogodependencia severa.