El Gobierno regional impulsó el pasado curso escolar el desarrollo del proyecto 'Estudio Solidario para la Cooperación al Desarrollo', gestionado por la entidad Instituto de Desarrollo Comunitario, que supuso que 12.000 alumnos de Primaria y Secundaria de 38 colegios e institutos obtuviesen un carné solidario con el que contribuyeron a mejorar la educación de otros estudiantes en la República Democrática del Congo.
Este carné solidario permitió que todas las horas de estudio que llevaron a cabo se tradujeran en apoyos financieros de instituciones privadas y entidades solidarias, destinados a mejorar la educación en ese país.
El propósito de esta iniciativa, a la que el Gobierno regional destinó 8.000 euros, es educar a los jóvenes en los valores de solidaridad, generosidad y responsabilidad social. De esta manera, se pretende ayudar a conseguir la universalidad del derecho a la educación.
El director general de Gobierno Abierto y Cooperación, David Martínez, explicó que "el objetivo específico de esta iniciativa fue sensibilizar en los sectores educativos, familiar y económicos de la Región de Murcia para favorecer su implicación en la cooperación internacional. Quisimos hacer llegar a los estudiantes y voluntarios las realidades socioeconómicas y políticas de las poblaciones más desfavorecidas a través de su implicación concreta en proyectos de cooperación internacional y compromiso en la vida social". Asimismo, destacó que "los participantes fueron beneficiarios directos, además de los protagonistas del proceso del cambio, ayudando a conseguir la universalidad del derecho a la educación".
A través de este 'estudio solidario' se cofinanciaron proyectos educativos en la República Democrática del Congo como herramienta de contribución al desarrollo integral e igualdad entre la zona norte y sur del país, con patrocinadores que apoyaron la iniciativa, contactando para ello con instituciones públicas, asociaciones, fundaciones y empresas para conseguir la colaboración de éstas, que aportaron dinero a cambio de horas de estudio de los alumnos.
Los padres, madres o tutores de los participantes avalaron con sus firmas las horas de estudio realizadas por los jóvenes, que se transformaron en dinero solidario.