El consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente, Antonio Luengo, planteó hoy al Gobierno central que el reparto entre las comunidades autónomas de los 500 millones de euros de la Unión Europea destinados al desarrollo de la economía circular y la reforma del régimen de gestión de residuos se lleve a cabo "con criterios técnicos, que vayan más allá del de población".
Luengo explicó en el transcurso de la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente que "estos criterios primarán a las comunidades autónomas que necesiten afrontar inversiones para mejorar la recogida separada de residuos, el tratamiento de biorresiduos, la reutilización y el reciclaje, frente a un criterio de reparto poblacional que no tiene en cuenta las necesidades reales de mejora en la gestión de residuos de cada autonomía".
"Es importante establecer unos criterios técnicos que permitan repartir los fondos europeos en función de las infraestructuras que cada comunidad tiene en materia de reciclaje, los planes y proyectos planteados, las infraestructuras y plantas con las que cuenta, así como su capacidad, ya que es la mejor forma de dar un correcto uso a estas partidas", explicó el consejero.
Los criterios propuestos por Luengo al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico están relacionados con el nivel de implantación de la recogida separada de residuos; la cantidad de biorresiduos tratados en plantas centralizadas y número de plantas de proximidad; la cantidad de residuos reutilizados correspondientes a aparatos eléctricos y electrónicos, enseres y textil y número de eco-parques con instalaciones de preparación para la reutilización; y la capacidad de las instalaciones para la recuperación de residuos de la fracción resto.
Las inversiones previstas por la Consejería para aplicar los fondos que se reciban permitirán implantar nuevas recogidas separadas, especialmente biorresiduos, y mejorar las existentes, fomentar la economía circular en el ámbito de la empresa e impulsar inversiones en instalaciones de recogida (como puntos limpios), triaje y clasificación (envases y papel, entre otras), mejorar las plantas de tratamiento mecánico-biológico existentes y la preparación como combustible sólido recuperado.
Asimismo, se enfocan hacia la construcción de instalaciones específicas para el tratamiento de los biorresiduos recogidos separadamente o de nuevas instalaciones de preparación para reutilizar y reciclar otros flujos de residuos recogidos por separado.