La aprobación de la norma acumula numerosos retrasos desde 2017 a pesar de haber superado todos los trámites pertinentes para su puesta en marcha.
El presidente de Plena inclusión Región de Murcia, Joaquín Barberá, ha reclamado su reactivación ante la Comisión Especial de la Discapacidad de la Asamblea Regional.
Además, Barberá ha denunciado que las nuevas restricciones del IMAS para los centros de día dejan fuera a más de 200 personas con discapacidad intelectual que necesitan apoyos presenciales.
Plena Inclusión Región de Murcia ha reclamado en la Asamblea Regional que se “desatasque” la aprobación del decreto que debe regular la atención temprana para niñas y niños de hasta seis años de edad con algún tipo de discapacidad. Este documento acumula años de tramitación y retrasos injustificados, según el presidente de la federación de familias de personas con discapacidad intelectual, Joaquín Barberá.
“El decreto contó con una gran participación de muchos agentes implicados y ha superado todos los trámites necesarios en los órganos consultivos como el CES y el Consejo Jurídico de forma que esperábamos que entrara en vigor desde hace muchos meses y, sin embargo, parece que ha quedado olvidado en un cajón”, ha explicado Barberá ante la Comisión Especial de la Discapacidad del parlamento autonómico. “Las familias llevamos desde 2017 escuchando que la atención temprana será universal y gratuita en la Región de Murcia, tal y como es nuestro derecho y, sin embargo, nada parece indicar que tampoco a partir de enero de 2021 vaya a ser así”, añadió.
El presidente de Plena inclusión recordó que esta federación de asociaciones es la entidad que más niñas y niños atiende en centros de desarrollo infantil y atención temprana (CDIAT) llegando a casi 700 en la actualidad. La atención temprana es un conjunto de apoyos a menores con trastornos del desarrollo o con algún factor de riesgo para el mismo que pueden incluir tratamientos de logopedia, estimulación, fisioterapia, etc.
Más de 200 personas fuera de los centros de día
Mientras que la cuestión de la atención temprana viene de años atrás, la actualidad de la COVID 19 ha venido a trastornar la actividad en los centros de día para adultos. Las últimas medidas dictadas por el IMAS han obligado a dejar sin apoyos presenciales a más de 200 personas con discapacidad que los requieren. La Administración obliga a las asociaciones a prestar apoyos en grupos de hasta tres personas, lo que reduce su capacidad por razones de espacio y profesionales. Todas las personas siguen recibiendo apoyos de manera telemática, pero muchas que por diferentes motivos –comportamiento, continuidad de tratamientos o conciliación familiar, por ejemplo- los requieren de tipo presencial, se han visto privados de ellos desde la última semana de octubre.
A estas 200 personas, hay que sumar otras tantas que ya no recibían atención presencial. Es decir, desde que estalló la pandemia, unas 400 personas – la mitad de todas las que atienden los centros de día de Plena inclusión, no acuden a sus centros de día. Además, muchas de las que siguen acudiendo lo hacen menos días u horas a la semana.
Plena inclusión Región de Murcia ha reclamado al IMAS (Instituto Murciano de Acción Social) y de la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social que suprima la limitación de trabajo en grupos porque discrimina a las personas usuarias de centros de día para personas con discapacidad respecto a otras de otros servicios. Además, supone un agravio comparativo con el resto de comunidades donde no se han impuesto limitaciones parecidas.
Las asociaciones de Plena inclusión Región de Murcia gestionan 11 centros de día que dan atención a casi 900 personas con discapacidad intelectual, síndrome de Down, trastornos con espectro autista, parálisis cerebral, etc. sin que hasta la fecha se hayan registrado brotes y donde se trabaja con las más escrupulosas medidas higiénicas y sanitarias. En la actualidad, ya se ha reducido mucho el número de personas que reciben atención presencial reservándola para los casos que más lo necesitan por causa de su tratamiento, situación familiar, etc. mientras continúa la atención telemática para el resto.