Los clientes exigen que las entidades financieras se posicionen de una manera mucho más clara y estén de manera mucho más rotunda a su lado
Finanbest se ha transformado para dar respuesta a estas necesidades: solo cobra si el cliente gana y lanza una cartera verde.
La COVID-19 ha impactado de lleno sobre la cultura social y empresarial. La incertidumbre económica, el distanciamiento social y el teletrabajo, la digitalización acelerada, la creciente preocupación medioambiental, son algunas de las pruebas más palpables de este cambio que está obligando a una reconversión a la mayoría de los sectores productivos, entre ellos el de las finanzas.
Los ciudadanos exigen, en esta situación, entidades con más compromiso, que estén a su lado y sean capaces de acompañarlos para superar esta crisis. El nuevo paradigma cultural ha incentivado cambios disruptivos en la estructura y en la cultura corporativa, demandando un nuevo modelo empresarial centrado en el cliente y los empleados, en la sostenibilidad, la digitalización y la tecnología. El grado de adaptabilidad de las empresas financieras a este nuevo orden medirá su fortaleza y viabilidad en un tablero diferente regido por nuevas normas.
Según datos ofrecidos por la Seguridad Social el pasado trimestre, más de 130.000 empresas han cerrado debido a la pandemia. Las cifras ofrecidas por la Tesorería General de la Seguridad Social y el Instituto Nacional de Estadística (INE) han llevado al IEE (Instituto de Estudios Económicos) a estimar que la pandemia se puede cobrar un total de 350.000 empresas y por tanto un enorme número de trabajadores. Ahora sí, adaptarse o morir.
Revolución en las comisiones
En esta línea, la Agencia de Valores Finanbest se ha erigido como el estandarte de esta adaptación cultural, con una estrategia completamente digital y adaptada a esta nueva situación. La startup española se ha convertido en el primer gestor automatizado en lanzar un modelo de comisionado, en el que solo se cobra si hay rentabilidad positiva. Esta forma de comisionar es muy poco común en las financieras y demuestra el interés en ofrecer a los clientes la mayor de las transparencias y una política cliente-céntrica en un momento que cada euro cuenta.
En esta línea, Finanbest se ha decantado por la revolución en el sistema de comisiones: si el cliente obtiene beneficios con sus inversiones, la comisión se encuentra en un escalado entre el 6% al 9% sólo sobre la rentabilidad obtenida. En el mercado actual, las comisiones fijas por gestión de carteras de las grandes entidades oscila entre el 0,50% al 0,75%. En el caso de los gestores automatizados, según datos ofrecidos por Finect, el coste medio de la comisión de gestión de carteras es del 0,50%.
"Solo si el cliente gana, nosotros ganamos. Esta nos parece que debe ser la línea de trabajo. Desde la confianza en nuestro modelo de inversión, que ha demostrado su éxito en mercados alcistas y bajistas, creemos que en esta situación debemos centrarnos aún más en nuestros clientes y trabajar para seguir creciendo juntos. Esta nueva política de comisiones fomenta la inversión y ofrece un componente fundamental: compromiso. Probablemente el valor más demandado por los inversores en una época como la que atravesamos", asegura Asier Uribeechebarria, CEO y fundador de la fintech.
Diferenciación tecnológica y digital
Esta ha sido una de las principales líneas de trabajo de Finanbest desde su creación. El compromiso con el inversor, al que se le dota de las herramientas digitales para realizar un ejercicio introspectivo y conocer qué tipo de inversor es y de esa manera poder ofrecerle la inversión más adecuada. Y es que cada persona aspira a unos objetivos, se enfrenta a retos y asume riesgos de un modo particular.
"La forma de entender la inversión en el siglo XXI es digital", explica Uribeechebarria. "Tras dos duras recesiones en poco más de diez años, los inversores quieren resultados y transparencia. La tecnología y la digitalización es la única manera de ofrecerles ambos".
El presente es verde
Una de las prioridades de los 750.000 millones de euros de inversión que contempla el Plan de Reconstrucción Europeo son las inversiones verdes juntamente con las destinadas a la transformación digital, con un mínimo de un trillón de euros en inversiones sostenibles para la próxima década.
Es por ello que la fintech es consciente de las inquietudes sostenibles de los inversores, asumiendo así el compromiso 'eco' como parte de su posicionamiento. Prueba de ello ha sido el reciente lanzamiento de la Cartera Green, con la que financiar proyectos generadores de impacto positivo social o en el medio ambiente, dando respuesta, así, a uno de los asuntos capitales para las generaciones más jóvenes.
"La cartera Green ISR está dirigida a aquellos inversores concienciados que quieren que sus ahorros financien proyectos y empresas que generen un impacto positivo desde un punto de vista social y medioambiental. Es una cartera de perfil de riesgo medio-alto y la recomendamos para plazos de inversión superiores a 6 años. Combina fondos de Bonos Verdes, fondos ISR/ASG que excluyen empresas de sectores controvertidos y fondos de Impacto y de Temáticas medioambiental", destaca Frederic Dupuy, Director de inversiones de Finanbest.