Sin embargo, en la Región la fruta fresca aumenta sigue su escalada. Ya en mayo su precio aumentó un 9´8% respecto al mes de abril, en junio vuelve a subir un 2´4% respecto a mayo y en lo que va de año el incremento es del 17´1%.
A nivel general, lo que más ha subido han sido los paquetes turísticos, la electricidad y otros combustibles y los costes en la utilización de vehículos personales, precisamente cuando hace calor, nos podemos desplazar y nos vamos de vacaciones.
Han bajado los precios del vestido, los equipos audiovisuales, fotográficos y de procesamiento de información, los artículos textiles para el hogar, los seguros y los alimentos.
Pero cuando analizamos el precio de los alimentos, la fruta fresca sigue subiendo un disparate, por ejemplo, respecto a junio del año pasado ha subido un 18´1%. No nos consuela que las patatas, las legumbres y las hortalizas frescas hayan bajado, porque en este escenario la negociación colectiva en muchos sectores del campo, como el de la recogida del tomate o el convenio de las cosecheras, permanece bloqueada porque los empresarios pretenden ampliar las jornadas de lunes a domingo, flexibilizarla para que se puedan trabajar más horas, endurecer las condiciones para acceder a un contrato fijo discontinuo, reducir el precio de hora extra en festivos e incluso eliminar el día de san Isidro.
El empleo y los salarios han bajado en la Región, debido al enorme número de ERTES la mayoría sin cobrar y también a los despidos producidos, en muchos casos fraudulentos, como viene denunciando CCOO RM. No podemos permitirnos en esta época del año que nuestros hijos e hijas no puedan comer fruta, y se dispare la factura cuando se necesita el aire acondicionado.
Los salarios bajan y los precios de los bienes necesarios suben con la demanda en cada temporada. Así no podemos seguir.