La Federación de Enseñanza de CCOO-RM expresa su completa "decepción" ante la Guía para el inicio de curso 2020-21 que ha elaborado el Gobierno Regional

Esta Guía (que no se encuentra siquiera publicada en la Web oficial de la Consejería de Educación y Cultura) consiste en realidad en un "protocolo sanitario", en palabras de la propia consejera, Esperanza Moreno.

La Federación de Enseñanza de CCOO quiere expresar su indignación ante el documento recibido ayer, día 2 de julio, de forma telemática. La guía para el inicio de curso 2020-2021 elaborada por la Consejería de Educación y Cultura alude a "recomendaciones y directrices en relación a las medidas de prevención e higiene frente a la COVID-19 para los centros educativos en el curso 2020-2021".

CCOO considera que la Consejería de Educación ha elaborado este documento al margen de la necesaria negociación con las organizaciones sindicales, como viene siendo norma, eludiendo la incidencia que la prevención necesaria ante la COVID19 provoca en las condiciones de trabajo para los miembros de la comunidad escolar (docentes y no docentes) y la necesidad de hacer frente a esas nuevas situaciones.

De esta manera, el documento de "protocolo sanitario" carece de medidas de carácter educativo, bajo competencia de Educación. Fundamentalmente, modificación de ratios, adaptación de espacios y nuevo diseño de programaciones docentes. Para la Federación de Enseñanza si el distanciamiento físico es un criterio esencial en la prevención de contagios, se hace ineludible una reducción de ratios por grupo y la creación de nuevos espacios en los centros o en centros anexos adaptados, en colaboración con todas las Administraciones. Del mismo modo, las programaciones docentes adaptadas a la ralentización del proceso educativo y la realidad del alumnado sujeto a dificultades durante el confinamiento deben ser tenidas en cuenta para el inicio del nuevo curso. Todo ello supone la contratación de personal docente y de Administración y Servicios complementario para dar solución a estas nuevas condiciones. Sin embargo, la consejera de Educación no se compromete a poner sobre la mesa los recursos necesarios.

Por el contrario, toda la Guía elude la intervención de Educación en su ámbito competencial.

"Nos parece una enorme irresponsabilidad y una dejación de funciones muy evidente abrir los centros escolares sin acometer siquiera un mínimo de actuaciones en términos de ratio, plantilla o modificación de condiciones de trabajo. La Consejería, una vez más, deja todo el trabajo y toda la responsabilidad a los centros y a sus equipos directivos".

Por ejemplo, ningún equipo directivo puede contratar un servicio de limpieza para su centro. De esa manera, le será imposible aplicar el refuerzo de labores de limpieza previsto en la Guía.

Otra muestra de la difícil aplicación del "protocolo sanitario" es que la Guía carece de dotación presupuestaria para estas medidas complementarias. Así volvemos al problema inicial: asumir más gastos con el mismo presupuesto. Esta situación provoca un debate no del todo bien planteado. No se trata de pelear por el reparto de presupuesto extraordinario entre centros públicos y privados concertados. "Ese debate es posterior. La realidad es que no sabemos que exista presupuesto para este plan de excepción. No hay nada que repartir, a día de hoy".

La imagen de descoordinación es poco alentadora. Al mismo tiempo, el consejero de Sanidad deja claro que la COVID19 sigue entre nosotros y la consejera de Educación planifica una vuelta a los centros como si estuviéramos en una situación anterior a la pandemia.