Los miembros de la FAPA RM Juan González, pedimos a la Consejería de Educación que se nos consulte y se nos convoque a las reuniones en las que se van a tomar las decisiones para la vuelta al cole. Los menores matriculados en los centros son los destinatarios de dichas medidas y los acuerdos adoptados repercutirán en el día a día de las familias que se verán afectadas desde el inicio de curso.

La salud y la seguridad es el primer aspecto que nos preocupa, y creemos que la medida más efectiva para la prevención es la reducción de ratio para garantizar el distanciamiento social en el aula, la comunidad científica internacional está de acuerdo en esto y las instituciones educativas deben guiarse por las evidencias actuales en materia de salud. Pedimos que se estudien todas las opciones que, desde nuestro punto de vista, podrían ser varias:

Habilitación de espacios municipales como aulas en horario lectivo (centros culturales, espacios municipales, pabellones, bibliotecas, aulas de estudio). El derecho a la educación y la salud de los menores de edad está por delante de cualquiera de las funciones y usos de estos espacios.

Habilitación de dos turnos en los centros

El Gobierno Central ha anunciado que habrá 2.000 millones de Euros destinados para educación, creemos que el dinero público para educación ha de ir para los centros públicos puesto la escuela pública ha sido recortada y esquilmada en los últimos años y la brecha digital y educativa, que ya existía antes de la pandemia, se ha hecho enorme en estos cuatro meses de paralización de la educación presencial.

Llevamos tres meses sin clases y aún no hemos visto por ninguna parte medidas concretas y eficaces que disminuyan la brecha educativa, muchos alumnos se han quedado atrás y ahora estamos a tiempo de incorporarlos, pero no se debe dejar pasar más tiempo y hay que actuar ya.

El número de menores y familias en situación o riesgo de pobreza en la Región de Murcia es muy alto, sigue creciendo. La educación es la herramienta para disminuir la brecha social, si la escuela no responde la precariedad aumenta. La mayor parte de los Ayuntamientos han distribuido las becas de comedor escolar de forma justa y eficiente, pero tan solo tres de ellos

han aumentado las ayudas a los fines de semana y días de vacaciones, por lo que pedimos que todos aumenten los días de becas para completar 365 días al año, y en concreto al Ayuntamiento de Murcia le exigimos que entregue las cantidades adeudadas a las 3000 familias con beca de alimentos, porque en este municipio se están vulnerando los Derechos Fundamentales de la Infancia.

La conciliación es otro de los aspectos que más preocupa a los padres y madres de los alumnos, no hay ofertas de actividades infantiles y juveniles, los menores han pasado dos meses encerrados, los padres han vuelto a trabajar y la única actividad que no se ha reiniciado es la educativa. A la pregunta: ¿son los centros escolares lugares de conciliación?, la respuesta, a nuestro pesar, es: SI. No deberían serlo y la COVID-19 ha sacado a la luz este problema. La vida se articula en torno a lo laboral y la escuela se organiza de forma que las familias puedan conciliar con el comedor, aulas madrugadoras y extraescolares. Si la escuela desaparece, al sistema y a la sociedad se le ven las costuras.

Son demasiadas preguntas sin respuesta, ¿Cómo vamos a volver en septiembre?, ¿Qué plan hay en caso de rebrote?, ¿Y si hubiera un contagio en un centro?, ¿Qué medidas de prevención se van a tomar?, y en el caso de que se tomen ¿Son realmente efectivas, o serán aplicadas desde la precariedad?, ¿Vuelve el comedor escolar?, ¿Vuelven las actividades extraescolares?.

No se está contando con las familias, hasta ahora hemos visto buenas intenciones pero nada real, existe- y esto sí es real- una evidente pérdida de equidad. Debemos aprovechar el momento para sentarnos y redefinir cómo deseamos que sea de ahora en adelante la escuela pública, las familias estamos dispuestas a ello.