Nos sumamos alcomunicadoemitido porLaFede.caten relación a la situación que están viviendo las personas refugiadas en Grecia. Lo reproducimos a continuación.
Grecia ha decidido suspender la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados y no aceptar más solicitudes de asilo, como mínimo durante un mes, y amenaza con retornar a todo el mundo que entre en su territorio. Esta decisión se produce tras la decisión de Turquía de abrir sus fronteras y la consecuente llegada de personas susceptibles de ser solicitantes de asilo.
Turquía decidió abrir sus fronteras tras la muerte de 33 soldados turcos en la guerra de Siria el pasado 28 de febrero. Con esta decisión presiona a la Unión Europea para obtener su apoyo en el marco del conflicto. Una medida que llega cuando faltan 20 días para que se cumplan los cuatro años del acuerdo entre la UE y Turquía por el que se comprometió a frenar la llegada de personas en busca de refugio a cambio de 6.000 millones de euros. Así pues, el conflicto armado en Siria y los diferentes posicionamientos de los países convierten los seres humanos en moneda de cambio.
En este momento, miles de personas se encuentran en la frontera terrestre entre Turquía y Grecia, especialmente en Kastamies; en el noreste del país. Otras intentan cruzar el Mediterráneo hasta las islas griegas. Mientras tanto, la extrema derecha griega aprovecha la situación explosiva de abandono de los campos de refugio como el de Moira que acoge a 20.000 personas con una capacidad para 3.500-, para atacar a personas refugiadas y a las ONG que trabajan en la zona.
Consideramos muy grave la suspensión de la Convención de Ginebra por parte del Gobierno griego porque…
Medidas como esta dejan en absoluta indefensión a las poblaciones afectadas por conflictos o persecución de cualquier tipoy las exponen para ser utilizadas como moneda de cambio frente a los interesas políticos, sociales o económicos de los países.
Marca unprecedente inaceptable en el marco del derecho internacional de los derechos humanos. El Estado griego, como todos los Estados europeos, es firmante de la Convención y, como tal, debe velar por su cumplimiento. La Convención garantiza que toda persona tiene derecho al asilo sin ser discriminada por razón de sexo, origen o religión, y que ninguna persona puede ser expulsada a un país donde su vida corra peligro.
Grecia es signataria de otros tratados internacionales, como la Declaración Universal de los Derechos Humanos que garantiza el derecho de asilo (art. 14) o el Convenio Europeo de Derechos Humanos que obliga a respetar los derechos humanos (art. 1), el derecho a la vida y a tener derecho a un recurso efectivo (art. 13), y prohíbe el trato denigrante (art. 3) y las expulsiones colectivas de extranjeros (Protocolo 4), prohibidas también por la Carta de Derechos Fundamentales de la UE (art. 19).
Condenamos los ataques que se están produciendo por un lado a las personas en tránsito hacia la frontera turca con Grecia por parte de las fuerzas policiales y, por otro, a las personas atrapadas en los campos de refugio griegos, por parte de grupos de ultra derecha.
Por todo ello,exigimosa todas las administraciones y, especialmente, al Gobierno español:
Que condene la suspensión de la aplicación de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados.
Que condene los ataques y la violencia hacia las personas en movimiento. Entre las personas que se desplazan hay niños y niñas, adolescente, que quedan bajo el amparo de la Convención de los Derechos de la Infancia y el correspondiente interés superior de los menores de edad.
Que condene los ataques a las personas atrapadas en los campos de refugio de Grecia y garanticen la tarea de ONG y periodistas sobre el terreno.
Que haga todos los esfuerzos posibles para acabar con la guerra y la violencia en Siria.
Que trabajen por una nueva política común de acogida y asilo basada en los derechos humanos. Que se acabe con la externalización de fronteras. Que no se renueven los acuerdos con los llamados "terceros países" para frenar la migración, como Turquía, Libia o Marruecos donde no se respetan los derechos humanos.
Que, en consecuencias, se reactive el sistema de reubicación europeo para garantizar el derecho de asilo y el respeto a los derechos humanos desde el principio de solidaridad entre los países.
Que acabe con las expulsiones en caliente en la frontera Sur y se condene esta práctica en otras fronteras europeas basándose en el principio de no devolución, recogido en diversos tratados europeos e internacionales y en el derecho internacional consuetudinario.
Hacemos un llamamiento a la ciudadanía murciana para que siga demostrando su compromiso con los derechos humanos y apoyo a las personas atrapadas en las fronteras y en los campos de refugio. Por otra parte, llamamos a participar en las movilizaciones contra la decisión del Gobierno griego, convocadas en todo el Estado español y que en Murcia se llevará a cabo en forma de concentración, el próximo sábado 7 de marzo a las 19:00 horas, frente a la Delegación del Gobierno en Murcia (Paseo Teniente Flomesta, 1)
La protección de las fronteras no puede estar por encima de los derechos humanos.