UGT reclama con urgencia necesarias políticas de transición ecológica que sean socialmente justas, priorizando la prevención para minimizar el daño de ciertos fenómenos naturales que están produciéndose con mayor virulencia y la lucha contra el cambio climático.
Ha concluido en Madrid el séptimo Comité Confederal de UGT, máximo órgano de decisión de UGT en el período entre congresos. UGT hizo un análisis exhaustivo de la situación laboral y social actual en nuestro país. Los máximos responsables de UGT de toda España han debatido y acordaron una Declaración que resume todo lo aprobado tras dos días de intenso trabajo sindical.
UGT ha manifestado su honda preocupación ante el estado en que se encuentra un sistema único como el Mar Menor, incluyendo en la Declaración Final del 7° Comité Confederal la solidaridad con los afectados por las lluvias torrenciales provocadas por la DANA que asoló extensas zonas en la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia, Castilla La Mancha, Andalucía, Aragón, Catalunya y la Comunidad de Madrid.
UGT haciéndose eco del preocupante agravamiento de la situación de degradación en la que se encuentra el ecosistema del Mar Menor, reclama además de las Administraciones Públicas la depuración efectiva de sus respectivas responsabilidades y de las que haya lugar, además de articular una política medioambiental eficaz y rigurosa, dotada de los suficientes recursos económicos, humanos y materiales.
UGT exige a las Administraciones Públicas que agilicen sus actuaciones y las líneas de ayuda a los afectados y sus familias. No es de recibo que haya aún familias que sigan esperando las ayudas prometidas por las inundaciones de la zona de Los Alcázares en 2016; ó que no haya servido de nada la voz de alarma dada en su día por el propio sindicato, por plataformas sociales y ecologistas y organizaciones medioambientales, y expertos de reconocido prestigio internacional. Hay que adoptar decisiones de amplio calado y realizar inversiones que darán sus frutos a corto, medio y largo plazo, pero hay que hacerlas con carácter inmediato. No es de recibo que lo único que obtengan los afectados sean buenas palabras y exceso de burocracia que sólo provoca la dilatación indebida de las soluciones.
La necesaria reconversión, o incluso desaparición a la que posiblemente estén abocadas determinadas actividades económicas tendrá una repercusión innegable sobre el empleo, una repercusión que debe de gobernarse con políticas adecuadas cuya competencia, lógicamente no es solamente autonómica.