¿De verdad afecta el cambio de hora a nuestro bolsillo?

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Ofrecen unas pautas para realmente ahorrar de manera eficaz en nuestra factura de la luz

¿De verdad afecta el cambio de hora a nuestro bolsillo?

Un año más, y quizá el último, se acerca el polémico momento del cambio de hora, durante la madrugada del próximo sábado 26 de octubre los españoles cambiarán las manecillas del reloj y, a las tres serán las dos, para adaptarse al horario de invierno.

El cambio de hora siempre se relaciona con el mejor aprovechamiento de la luz y el ahorro energético, ya en 1784, Benjamin Franklin, embajador de EEUU en Francia, envió una carta al diario Le Journal de París, proponiendo algunas medidas favorables para el ahorro energético. Algunas de éstas fueron: poner un gravamen a las personas que impidiesen la entrada de la luz a las habitaciones de sus viviendas, regular el consumo de cera y velas y hacer replicar las campanas de las iglesias al amanecer para que la gente se levantase a la misma hora. En realidad, no se le hizo mucho caso, pero poco a poco algunas de sus ideas se fueron aplicando hasta que en 1905 William Willet propuso adelantar los relojes 20 minutos todos los domingos de abril para ganar luz las tardes de verano y hacer lo contrario en otoño, pero los científicos se opusieron y no fue hasta 1916 cuando se tomó una medida para el ahorro energético. El 30 de abril de 1916 durante la Primera Guerra Mundial el káiser Guillermo II aprobó el cambio de hora para ahorrar carbón, países como Alemania, Austria y Hungría adoptaron esta medida que duró unos meses. En 1974 el cambio de hora se convirtió en norma, después de la primera crisis del petróleo y en 1981 se aplicó como directiva europea.

Desde entonces, todos los países de Europa cambian sus relojes para conseguir un ahorro energético, aunque según aseguran expertos del sector, el cambio apenas modifica la factura en los hogares. Los datos oficiales son que los españoles se ahorran un 5%, lo que equivale a unos seis euros por hogar al año. La luz y calefacción que no se usa a primeras horas del día se gasta por las tardes ya que anochece antes. Los argumentos sobre el ahorro energético son controvertidos y han provocado que el cambio tenga las horas contadas. Y visto que cambiando la hora no es que nuestros bolsillos lo noten mucho, Puntronic da una serie de consejos para que, realmente, ahorremos de manera eficaz energía en el hogar:

La luz natural es nuestra gran aliada

Parece una obviedad, pero a veces hay que recordarlo, la luz natural nos ayudará a que nuestro hogar sea mucho más eficiente, cuanta más luz aprovechemos del exterior de nuestra vivienda, menos luz artificial deberemos utilizar. Pero no solo eso, en invierno cuanta más luz dejemos entrar menos gasto en calefacción, ya que la luz natural, además de iluminar también calienta nuestras habitaciones.

Las luces que no se utilicen siempre apagadas

Es obvio que, si intentamos aprovechar al máximo la luz natural, el siguiente paso sea no malgastar en luz artificial, por lo que no mantengamos luces encendidas si no nos hacen falta. A veces salimos de una habitación y dejamos la luz encendida ya que volveremos en breve, pero no cuesta nada pulsar el interruptor y a la larga ahorrar una energía considerable. Además, siempre hay que utilizar bombillas tipo LED, que consumen hasta un 80% menos que las normales.

Los electrodomésticos que no se utilicen mejor tenerlos desconectados

A excepción de frigoríficos y congeladores, el resto de los electrodomésticos los podemos desconectar y es que dejarlos en stand-by es, a la larga, un gran derroche de energía. Suele pasarnos con aparatos electrónicos como por ejemplo televisores, reproductores de DVD o Blu-ray o torres de sonido y muy especialmente con ordenadores de sobremesa y PCs portátiles. Hay que evitar esta práctica en la medida de lo posible.

Tener contratada la potencia adecuada a nuestras necesidades

La potencia contratada supone un coste fijo en la factura, simplemente hay que pagar por tener "luz", no importa si la utilizas o no, si no pones ningún electrodoméstico o si no estás la mayoría del día en casa, este es un coste fijo que habrá que pagar cada mes, por ello recomiendan leer las instrucciones de nuestros electrodomésticos para calcular cuánto gasta cada uno y cuántos podríamos tener encendidos a la vez y a esto añadirle lo que consumen los pequeños electrodomésticos y la luz y así no pagar de más por una potencia que no se necesita. Las potencias más comunes en los hogares españoles son 3,45 kW y 4,6 kW.

Aprovechar las horas más baratas de la energía

Siempre y cuando se disponga de discriminación horaria en la factura energética (se puede contratar hablando con la compañía), se podrá planificar las tareas para utilizar los electrodomésticos en las horas en las que la energía es más barata, además, la mayoría de los nuevos electrodomésticos son programables por lo que se empezarán a funcionar cuando más nos convenga. Hacer esto conlleva mucho trabajo informándose y planificando, pero es interesante especialmente con electrodomésticos de gran consumo como son lavadoras, secadoras o lavavajillas. El esfuerzo vale la pena.

Frigoríficos y congeladores abiertos el menor tiempo posible

También hay que hacer un consumo responsable con los frigoríficos y los congeladores, si bien su uso es continuado y hay que tenerlos conectados 24 horas al día los 365 días del año, hay una manera de ahorrar energía y es tan simple como abrirlos el menor tiempo posible para que no suba la temperatura interior.

Cocinar con tapas puestas en ollas y sartenes

Y si en frigos y congeladores buscamos que no se escape el frío, a la hora de cocinar deberíamos intentar mantener el calor, una buena manera es cocinar con tapas en ollas y sartenes para que el calor no se pierda y lo aprovechemos al máximo, así cocinaremos mucho más rápido y de forma más eficiente.

Acabar de cocinar con el calor residual

El calor residual es aquel que desprenden hornos y vitrocerámicas cuando ya los hemos desconectado y con ellos se puede seguir cocinando, así que no desaprovechemos esta energía y desconectemos los aparatos un momento antes para acabar de cocinar con este tipo de calor.

Comprar los electrodomésticos no solo por el precio

A la hora de comprar un electrodoméstico no solo es importante mirar el precio, si no también su clasificación energética, la A+++ es la mejor, y aunque este tipo de electrodomésticos pueden ser algo más caros a la larga ahorraremos en electricidad, al ser más eficaces. Otra manera de ahorrar con los lavavajillas es decantarnos un por uno que tenga modo “Eco” ya que utiliza menos agua y, por lo tanto, gastaremos menos electricidad en calentar esa agua.

Hacer un buen mantenimiento de los electrodomésticos

Hay que hacer un buen mantenimiento de los electrodomésticos, ya que esto no solo alargará la vida útil de los aparatos, sino que también hará que sean mucho más eficientes. Por ejemplo, mantener limpios los filtros del aire acondicionado o de la campana extractora.

Planchar toda la ropa de una sola vez

También se puede ahorrar energía a la hora de planchar, es muy sencillo, solo hay que aprovechar para planchar la mayor cantidad de ropa en cada ocasión y es que la plancha es un aparato que necesita mucha energía para ponerse a punto, por lo que cuantas más veces la conectes, más energía se desaprovecha.

Tener la vivienda a una temperatura adecuada

Por último, hay que recordar que hay que mantener la vivienda a una temperatura adecuada, la cual está en torno a los 21 grados. En invierno es aconsejable mantener la calefacción algo por debajo de esta cifra. Hay que pensar que cada grado de diferencia supone un grandísimo gasto.

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