La Asociación de Consumidores y Usuarios en Red, CONSUMUR, ante el conocimiento del último brote de intoxicación alimentaria dado a conocer por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en este caso por toxina botulínica presente en conservas de atún en aceite de girasol de la marca DÍA (lote 19/154 023 02587, elaborado en Frinsa del Noroeste S.A, con fecha de consumo preferente 31/12/2022) y distribuido por la cadena de supermercados DÍA de las comunidades autónomas de Asturias, Castilla y León, Cataluña, Aragón, La Rioja, Murcia, Navarra, Castilla - La Mancha y Valencia, considera muy deficiente el sistema de comunicación a la ciudadanía sobre las alertas alimentarias.
En este caso, la AESAN ha tardado 21 días en hacer público al consumidor la alerta, aunque la misma fue activada el 9 de agosto y, según fuentes de este Organismo, "el mismo día 9, AESAN activó la alerta a nivel nacional y se localizó e inmovilizó de forma preventiva el producto implicado en la investigación epidemiológica sospechoso de ser el causante del brote: conserva de atún en aceite de girasol de la marca DIA".
Si bien es cierto que no se ha hecho público hasta hoy, una vez han sido analizados los productos sospechosos en el Centro Nacional de Alimentación y confirmada la presencia de toxina botulínica, este plazo de tiempo resulta determinante para que más consumidores puedan ser intoxicados.
No se trata de una situación aislada, dado que en el caso del brote por listeria, la AESAN hizo pública la alerta cuatro días después de tener conocimiento de la misma, con el agravante de que las autoridades sanitarias de Andalucía ya tenían conocimiento de la alerta desde el día 5 de agosto (11 días antes que la AESAN).
A juicio de CONSUMUR es prioritario revisar el sistema actual de alertas alimentarias para agilizar al máximo los plazos y ordenar la retirada cautelar de cualquier producto alimentario sospechoso de estar intoxicado, sin demorar la publicación de las alertas hasta que se realizan los estudios confirmatorios de la intoxicación, dado que así se evitaría la intoxicación de nuevos consumidores.
Igualmente, se ha de mejorar el canal de comunicación entre las autoridades sanitarias locales, autonómicas y de ámbito estatal, y dar prioridad a la comunicación al consumidor final, con el máximo detalle del producto sospechoso de intoxicación, para que cese su consumo y, en el caso de presentar síntomas de intoxicación, lo ponga en conocimiento de los profesionales sanitarios.
En relación a la comunicación a la ciudadanía, no hay que olvidar el papel fundamental que ejercen las asociaciones de consumidores y usuarios. En este sentido, el Presidente de CONSUMUR, Roberto Barceló Vivancos, considera que "el sistema de alertas alimentarias sigue sin tener en cuenta a las asociaciones de consumidores y usuarios entre su red de comunicación, teniendo en cuenta que éstas se constituyen en un medio imprescindible de comunicación con el ciudadano en su calidad de consumidor y usuario. Una vez más, incidimos para que tanto desde las administraciones regionales como a nivel estatal, se haga una convocatoria donde se nos incluya y se pueda hacer una revisión de este sistema que en numerosas ocasiones se está poniendo en evidencia, más si tenemos en cuenta que hablamos de un asunto tan sensible e importante como la salud de los ciudadanos"
La organización insta a los consumidores y usuarios que deseen recibir más información, que acudan a CONSUMUR, presencialmente o bien llamando al Teléfono de Atención al Consumidor y Usuario, 968 22 30 82. Más información en www.consumur.org.