Stop a la violencia física y verbal en el ámbito sanitario

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SATSE propone más de 50 medidas a la Consejería de Salud para luchar contra las agresiones a los profesionales

El conjunto de acciones propuestas por SATSE incluye medidas de todo tipo (estructurales, activas, organizativas, formativas…) a adoptar por parte de las administraciones públicas y empresas sanitarias privadas antes y después de que un profesional sanitario sea víctima de una agresión física o verbal.

Todas las medidas se incluyen en la propuesta normativa que el Sindicato de Enfermería ha trasladado a la Comunidad Autónoma y al Gobierno central con el objetivo de que haya una Ley estatal y/o autonómica que dé una respuesta eficaz, conjunta y coordinada a un grave problema que sufren a diario las enfermeras y enfermeros de nuestro país.

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha propuesto a la Consejería de Salud y al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social un conjunto de más de 50 medidas y acciones concretas para luchar contra la violencia en el ámbito sanitario que sufren, especialmente, las enfermeras y enfermeros.

El conjunto de medidas contra las agresiones físicas y verbales que sufren los profesionales sanitarios se incluye en la propuesta normativa que el Sindicato de Enfermería ha trasladado al Gobierno central y a los de las comunidades autónomas con el objetivo de que haya una Ley estatal y/o autonómica que dé una respuesta eficaz, conjunta y coordinada a un grave problema que sufren a diario las enfermeras y enfermeros de nuestro país.

Al objeto de que no se llegue a producir ninguna agresión a un profesional sanitario, SATSE propone, entre otras medidas de carácter estructural, el generalizar los sistemas de video-vigilancia durante las 24 horas en los pasillos y en las salas de espera y de admisión de los centros sanitarios, así como los dispositivos sonoros de alarma en las consultas, y que la iluminación sea optima en cualquier estancia del centro.

Entre las medidas de carácter activo, la organización sindical apunta la inclusión en la historia clínica del paciente de sus antecedentes como sujeto activo de violencia sanitaria, si es el caso, así como otros detalles de la agresión realizada que permita identificar su gravedad, y, entre las de carácter organizativo, reducir los tiempos de espera, garantizar una ratio adecuada y segura de pacientes por enfermera/o e implantar un sistema de organización debidamente protocolizado para pacientes y familiares.

Asimismo, el Sindicato de Enfermería defiende que las enfermeras y enfermeros atiendan, con las medidas de seguridad pertinentes, a aquellos pacientes con antecedentes por un acto de violencia y que sean acompañados por las fuerzas de seguridad si tienen que prestar asistencia en los domicilios de pacientes condenados por cometer este tipo de actos.

En el aspecto formativo e informativo, SATSE resalta la necesidad de aportar a los profesionales sanitarios los datos, conocimientos y habilidades necesarias para desarrollar su actividad con mayores garantías de no sufrir daños. Así, propone, por ejemplo, adquirir y mantener una formación adecuada en defensa personal contra los actos de violencia.

De otro lado, la organización sindical apuesta por la creación de la figura del delegado de prevención contra la violencia en el ámbito sanitario, que formaría parte del Comité de Seguridad y Salud del centro y que se encargaría de vigilar el cumplimiento de las medidas puestas en marcha, así como de demandarlas si no se estuviesen desarrollando de manera adecuada.

Una vez registrado un caso de agresión, desde el Sindicato de Enfermería se propone, entre otras medidas, la implementación de un servicio específico encargado de prestar apoyo psicológico a la víctima, así como poner a disposición del enfermero o enfermera un servicio encargado de tramitar directamente con el Ministerio Fiscal la denuncia que pudiera presentar.

Asimismo, en el ámbito de la administración pública, SATSE aboga por que el servicio autonómico de salud correspondiente se persone como acusación particular en las causas penales abiertas, y que la víctima de un caso probado de violencia sanitaria pueda solicitar el traslado a una plaza o puesto en distinto centro, servicio o unidad.

Según estimaciones del Sindicato, cada día se registran en España en torno a 55 agresiones físicas y verbales a enfermeras y enfermeros. Se trata de la "punta del iceberg", porque los datos oficiales apuntan que solo se denuncian un 11 por ciento de las agresiones sufridas, recalca.

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