Han sido detenidos/investigados los cinco integrantes del grupo delictivo como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y estafa
En una de las inspecciones se verificó que 14 de los 28 trabajadores se encontraban en situación irregular
La organización desarticulada se apoderaba de alrededor de 20 euros diarios de los jornales de los trabajadores
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado la operación 'Clarijob', una investigación orientada a esclarecer una serie de irregularidades laborales, que se ha saldado con la desarticulación de un grupo delictivo asentado en Archena, Molina de Segura y Murcia, cuyos cinco integrantes se dedicaban, presuntamente, a estafar y explotar a trabajadores extranjeros.
Efectivos del Equipo ROCA (contra robos en el campo) de la Benemérita iniciaron la operación el pasado mes de mayo, tras detectar ciertas irregularidades en una explotación agrícola. Los hechos tuvieron lugar en una finca de Abanilla donde los guardias civiles estaban realizando una serie de comprobaciones y detectaron cómo los jornaleros que estaban realizando las tareas de recolección del albaricoque emprendían la huida al percatarse de la presencia policial.
Los guardias civiles lograron interceptar e identificar a siete de los trabajadores fugados y verificaron que cuatro de ellos se encontraban en situación irregular en España, careciendo de permiso de residencia y trabajo para poder desarrollar la labor agrícola.
Las primeras pesquisas practicadas, orientadas a esclarecer la supuesta actividad delictiva detectada, permitieron averiguar que existía un grupo de personas, con estructura organizada y jerarquizada, que se dedicaba, presuntamente, a trasladar trabajadores en situación irregular desde Murcia a distintas fincas de la región.
El grupo estaba compuesto por cinco personas, tres de ellas trabajadoras de una empresa dedicada a la adquisición de fruta en fincas agrícolas, y otros dos más, gerentes de la empresa que compraba la fruta y de la empresa que se dedicaba a la manipulación y envasado de fruta.
Dos de los ahora arrestados, que eran pareja, se encargaban de captar a los trabajadores en situación irregular. Para ello publicaban anuncios ofreciendo trabajo por distintas redes sociales y mediante un tablón de anuncios en internet. Cuando alguna persona se interesaba por el trabajo y no tenían residencia en la región, les facilitaban alojamiento a cambio de una compensación económica.
Una vez habían captado al trabajador se mantenía un férreo control sobre el mismo, lo llevaban directamente desde su residencia hasta la finca para trabajar en jornadas que oscilaban de 10 y 14 horas diarias. También le amenazaban con dejarlo sin ir a trabajar cuando no se sometía a las estrictas directrices fijadas por la organización.
A los trabajadores en situación irregular les facilitaban fotos de documentos y datos de personas con situación regularizada en el país que estaban dados de alta en la Seguridad Social, con el fin de que se identificasen con ellos, en caso de ser requeridos por los inspectores o autoridades mientras estaban en las fincas trabajando.
Los integrantes del grupo delictivo se lucraban, presuntamente, de los trabajadores que llevaban hasta las fincas, ya que cuando les abonaban su salario le descontaban alrededor de 20 euros diarios por transporte, gestión de su documentación y un supuesto seguro médico, entre otros conceptos.
Además, si efectuaban más de 12 horas de trabajo en una jornada, no cobraban las horas extra. Se estima que el grupo delictivo ahora desmantelado gestionaba alrededor de una treintena de jornaleros diariamente.
Otro de los arrestados, empleado de la empresa que adquiría la fruta, se dedicaba a trasladar a los trabajadores de unas fincas a otras, para la gestionar la recolección. Éste era el encargado del control de los trabajadores y de verificar que estos estuviesen legalmente en España, con permiso de residencia y trabajo, ya que es quién debía de hacer los partes de trabajo en el campo, que posteriormente llevaría a las oficinas de la empresa para el pago de los jornales.
Los guardias civiles establecieron una serie de dispositivos de vigilancia sobre los sospechosos para obtener todas las evidencias posibles sobre la actividad delictiva investigada.
Fruto del dispositivo se logró averiguar que la organización estaba trasladando a los trabajadores explotados hasta una finca del término municipal de Jumilla, por lo que se planificó una inspección con la finalidad de constatar los hechos.
Colaboración de Tesorería General de la Seguridad Social de Murcia
Durante la inspección, en la que la Benemérita contó con la colaboración de inspectores de trabajo de la Tesorería General de la Seguridad Social de Murcia, se verificó la situación de 28 trabajadores, todos ellos trasladados por los investigados, de los cuales 14 se encontraban en situación irregular.
Una vez obtenidos todos los indicios necesarios, la Guardia Civil ha localizado y detenido/investigado a los cinco integrantes del grupo delictivo como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, contra los derechos de los trabajadores, falsedad documental y estafa.
Ingreso en prisión de uno de los arrestados
Los detenidos/investigados de nacionalidad española, italiana, marroquí y ecuatoriana, con edades comprendidas entre los 33 y los 52 años, y residentes en Archena, Molina de Segura y Archena, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Jumilla (Murcia), que ha decretado el ingreso en prisión de uno de ellos.