Critican el enroque de los sindicatos en un punto básico para el sector, la correcta regulación de las bajas por enfermedad común, no las profesionales.
"Nos decepciona enormemente que los sindicatos no quieran acercar posturas en las negociaciones que llevamos realizando desde hace meses para llegar a acuerdos beneficiosos para todos. Es triste que no quieran renovar un acuerdo marco que data de principios de siglos y que cuenta con muchos aspectos totalmente desfasados que perjudican a todo el sector". Así se expresan la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo (HOSTEMUR) y la Asociación de Empresarios de Hostelería y Alojamientos Turísticos de Cartagena y su Comarca (HOSTECAR) ante la aparición en los medios de comunicación de una ruptura unilateral desde la parte sindical de las negociaciones del convenio colectivo de hostelería de la Región de Murcia. "Además, nos parece asombroso que esa decisión se haya trasladado a los medios antes de la reunión que hemos mantenido esta mañana, donde las negociaciones han continuado sin acuerdo y sorprendentemente se ha emplazado a ambas partes a una reunión próxima", señala la secretaria general de Hostemur, Laura Mateo.
Unas conversaciones con la negociación del convenio colectivo sobre la mesa que se reactivaron en julio de 2017 y que desde entonces han contado con 23 reuniones. "Eso demuestra que nuestra prioridad es la negociación y en este periodo hemos ido alcanzando muchos preacuerdos tal y como recogen las actas para actualizar y modernizar este convenio, en temas muy importante para los representantes sindicales como por ejemplo las camareras de pisos "kellys", la ultractividad, la formación, los permisos…", apuntan los presidentes de ambas patronales, Jesús Jiménez y Juan José López, que citan otro ejemplo en el gesto de los hosteleros al comenzar estas reuniones de fijar una subida salarial del 2% en agosto de 2017 y un 1% adicional desde el 31 de diciembre de dicho año.
En todas estas reuniones la patronal no solo ha mostrado su talante conciliador, sino que además ha tenido que lidiar con las continuas amenazas sindicales de ruptura y de huelgas. "Incluso nos han coaccionado con instigar inspecciones de trabajo, lo que consideramos impropio y de mal gusto porque consideramos a todos los cuerpos de inspección -trabajo, sanidad, turismo…- como herramientas básicas y absolutamente necesarias, que hacen una magnífica labor tanto en la hostelería como en el resto de sectores donde actúan", apuntan desde la patronal.
Puntos sensibles
La patronal reconoce que estas conversaciones hallaron dos puntos que estaban en la hoja de ruta "los más sensibles para la patronal, que ha tratado de acercar posturas en todos los temas propuestos"- y han supuesto el enroque de los representantes de los trabajadores: las subidas salariales y las bajas por enfermedad común. "Por un lado, los negocios hosteleros no pueden afrontar con una viabilidad real la propuesta de los sindicatos de una subida de sueldos del 17% en tres años; y, por otro, para el sector es fundamental regular correctamente las bajas por enfermedad común, nunca las profesionales, porque detrás de muchas de ellas se esconde un serio problema de absentismo laboral".
"Nuestra propuesta cubre enfermedades profesionales y graves, siempre al 100% y desde el primer día durante la vigencia del convenio, y para el resto lo que marca la ley", apuntan desde la patronal, donde no entienden que los sindicatos les critiquen cuando el gobierno considera que con las coberturas de la seguridad social es suficiente y además el 95% de los convenios colectivos no lo recogen.
Futuro incierto
Para los hosteleros, el bloqueo de este convenio afectará a los 53.000 trabajadores de los cuales 40.000 se encuentran regulados por nuestro convenio y a las 8.000 empresas del sector en la Región de Murcia en aspectos tan importantes como salarios, externalización, vacaciones y distribución de la jornada. "Desde los sindicatos creen que esta ruptura de la negociación es beneficiosa para los trabajadores, pero lo triste es que no lo será", se quejan los hosteleros, que consideran que realmente esta postura radical supondrá un parón y una vuelta a la casilla de salida. "Los representantes sindicales van a condenar al sector a muchos años sin subidas salariales ni mejora de las condiciones, amparados por un texto anacrónico" augura la patronal.