Las comunidades de vecinos, entidades sin personalidad jurídica creadas por los propietarios de las viviendas que forman la propia comunidad con la intención de gestionar la misma, necesitan disponer en su día a día de un Administrador de Fincas colegiado como garantía de cumplimiento de los procesos legales a los que tiene que hacer frente en su actividad cotidiana. Sin embargo, IESA, empresa proveedora de soluciones tecnológicas con más de treinta años de experiencia, informa de que el 20% de las comunidades de vecinos españolas están en riesgo legal al no disponer de un Administrador de Fincas que las asesore en su gestión. Además, como indican los datos del INE, 1 de cada 3 Administradores de Fincas en España no está colegiado, lo que puede suponer varios problemas a la comunidad de propietarios al no estar asesorado y actualizado con las ultimas exigencias de las Administraciones Publicas.
Estos son solo algunos de los peligros innecesarios que asumen las comunidades de vecinos cuando no solicitan la ayuda de un Administrador de Fincas avalado por un colegio oficial:
Incumplimiento de los requisitos de la Agencia Tributaria: Los modelos fiscales a presentar por las comunidades de vecinos a la Agencia Tributaria han aumentando en los últimos años, de hecho, continuarán haciéndolo. No estar informado de que la comunidad necesita un nuevo modelo, o no presentarlo a tiempo, podría ocasionar una sanción económica.
Aumento de inspecciones periódicas: No disponer de un Administrador de Fincas colegiado representa un problema a la hora de realizar las revisiones de ascensores, instalaciones eléctricas, sistemas de calefacción, etc. Este tipo de revisiones de mantenimiento ha aumentado en los últimos años y, en caso de no realizarlas, suponen una sanción que se comunica vía electrónica.
Fallos de comunicación con instituciones: Desde Octubre del 2016, según ley 39/2015, organismos públicos, incluida la Agencia Tributaria, exigen que todas las comunicaciones sean electrónicas. Además, es la propia comunidad de vecinos la responsable de acceder a los buzones para recibir las notificaciones electrónicas, por lo que se expone a una multa en caso de no responder dentro del periodo estimado.
Responsabilidad en riesgos laborales: Muchas comunidades disponen de portero, jardinero o seguridad contratados o subcontratados. La asesoría legal de un administrador de fincas es imprescindible en estos casos, ya que sin su ayuda la comunidad se expone al incumplimiento de las normativas de riesgos laborales.
"Contar con un profesional colegiado es sinónimo de seguridad, calidad, profesionalidad y acceso a convenios ya que los vecinos contarán con un Colegio Oficial de Administradores de Fincas como instancia superior, garantizando los conocimientos del administrador y su especialización en el sector", explica Enrique Sánchez, director general de IESA.