Por un feminismo transversal, transformador y combativo

Fuente:

Organización de Mujeres Intersindical

Por un feminismo transversal, transformador y combativo

El mundo está sufriendo un retroceso en la protección de derechos y  libertades. Quienes en mayor medida sufrimos este retroceso somos las mujeres, y por eso,  desde hace años, reclamamos el derecho a tener un lugar en el mundo. El feminismo se extiende por todos los continentes, y por supuesto deja oír su voz con fuerza en el estado Español .

Estamos cansadas de que no se nos escuche, de no ser tenidas en cuenta , cansadas de ser objeto de abuso  y de trata con fines de explotación sexual y de que la sociedad nos criminalice.  Cansadas de ser cuestionadas por nuestra forma de vestir, por nuestra apariencia física y no por nuestra valía, de que los trabajos a los que accedemos sean los más precarios, con sueldos muy por debajo de los de los hombres. Cansadas de que las pensiones que recibimos no lleguen para cubrir las necesidades básicas. Por todo ello tomamos las calles, para denunciar las múltiples discriminaciones que sufrimos y para defender nuestras propuestas.

En el año 2017  desde  la Intersindical promovimos en solitario el paro internacional de mujeres, legalizando paros de dos horas. En 2018 legalizamos la Huelga General demandada por el movimiento feminista del que nuestra Organización de Mujeres forma parte. Este año, también hemos asumido nuestra responsabilidad y el 5 de febrero La Intersindical legalizó la huelga general feminista ante el Ministerio de Trabajo. Así, asistimos a la mal llamada negociación de los servicios mínimos porque no hubo lugar a debatir nada.  La Administración nos entregó un documento en el que, lejos de establecer unos servicios mínimos que salvaguarden nuestro derecho legal a la huelga, los amplió. Si ya el año pasado los consideramos abusivos, este año hay centros de trabajo donde todas las personas que  trabajan en ellos están obligadas a estar, usurpándoles así su derecho a la huelga.

Nuestra voz colectiva es cada vez más alta y nos organizamos en las calles y en las instituciones. Pero el patriarcado responde de manera agresiva, feroz,  intentando arrebatarnos los derechos que nos corresponden por derecho propio.  

Ahora bien, el  patriarcado no es la única amenaza, su alianza con el capitalismo y el neoliberalismo está causando estragos en la clase trabajadora. Las condiciones laborales están empeorando, la reforma laboral firmada por algunos sindicatos y patronales recortan derechos para todos los asalariados y las asalariadas. Ante esta situación laboral y como siempre, las mujeres somos las más perjudicadas, todas estas reformas no mejoran las condiciones laborales, sino que las empeoran y favorecen que las discriminaciones  se acentúen.

La opresión del capitalismo neoliberal aliado con el patriarcado está articulando nuevos espacios de subordinación, incrementando la explotación y feminizando la pobreza.

 Las mujeres pobres en todo el mundo son víctimas de feminicidios. La feminización de la pobreza cada vez es mayor y en muchas ocasiones empuja a las mujeres a la prostitución. La responsabilidad por los cuidados tanto de descendientes como de personas dependientes recae sobre las mujeres, obligándolas a dejar de lado su carrera profesional o  a acceder a peores empleos o a reducciones de jornada con la consiguiente bajada de sus salarios, de sus cotizaciones y  de sus prestaciones por jubilación

Como resultado se está incrementado la violencia contra las mujeres con el objetivo de que acepten su nuevo rol en las salvajes sociedades capitalistas y patriarcales. No es gratuito que la ultraderecha más reaccionaria haya irrumpido en el panorama político de un importante número de países con propuestas muy perjudiciales para las mujeres. Aquí la ultraderecha quiere derogar la ley contra la violencia de género y todo lo que conlleva de ayudas a las víctimas, de programas especializados para atenderlas. En su intento de desprestigiar esta ley argumentan, de manera que nada tiene que ver con la realidad, que  los hombres también son asesinados por mujeres, ignorando los datos que nos proporcionan los organismos oficiales.

Desde el movimiento feminista debemos articular estrategias en torno al trabajo, al empleo digno, a los cuidados, por  la explotación  que sufrimos las mujeres en todo esos aspectos. Pero no debemos olvidar también la importancia de tejer redes con todas las mujeres, tanto las que están en el movimiento feminista como aquellas que, sin estarlo, y sin ser conscientes de la opresión que sufrimos, son el blanco de las políticas neoliberales

Por eso, desde la Organización de Mujeres de la Intersindical apostamos por un feminismo transversal, transformador y combativo.

 “Las masas son el elemento decisivo, ellas son el pilar sobre el que se construirá la victoria final de la revolución.” Rosa Luxemburgo

Por un feminismo transversal, transformador y combativo - 1, Foto 1
Por un feminismo transversal, transformador y combativo - 2, Foto 2
Murcia.com