Un 75 por ciento de las madres aseguran sentirse culpables por no poder pasar más tiempo con sus hijos.
Nueve de cada 10 confiesan estar tan ocupadas con el trabajo, las responsabilidades familiares y domésticas, que no encuentran siquiera tiempo para sí mismas.
La maternidad puede convertirse en una auténtica carrera de obstáculos para cualquier mujer trabajadora en España. Nueve de cada diez encuentran dificultades para compaginar su vida laboral y familiar, de hecho un 44 por ciento piensa que es casi imposible conseguirlo. Las españolas son las madres europeas que más sufren para combinar ambas facetas en su día a día, ya que en nuestro país, la falta de conciliación y el sentimiento de culpa van además de la mano.
Así se desprende del último estudio europeo elaborado por Sitly, plataforma internacional con presencia en nueve países y más de un millón y medio de usuarios, que pone en contacto a familias con cuidadores infantiles.
El informe revela que en Europa los obstáculos para conciliar trabajo y familia son una realidad a la que se enfrentan la mayoría de mujeres. En el caso de las italianas, un 23% piensa también que es casi imposible conciliar. Sin embargo, los resultados arrojan claras diferencias, especialmente con los países del norte de Europa, con mayores medidas de conciliación. Así en Finlandia el 35 por ciento de las madres considera que es fácil compaginar el trabajo con su vida familiar, un 81% de las suizas y las belgas creen que aunque se presentan dificultades, la conciliación es posible, tres cuartas partes de las madres noruegas opinan lo mismo.
El sentimiento de culpa
El sentimiento de culpa coloca de nuevo a las españolas en primera línea. Un 75 por ciento de las encuestadas se sienten culpables por no pasar más tiempo con sus hijos.
"Se culpan a sí mismas por un problema que tiene realmente su origen en la falta de flexibilidad en las jornadas laborales y en unas medidas de conciliación que la mayoría de padres consideran insuficientes. Aunque son conscientes de que las exigencias como madre vienen marcadas por la sociedad, un 69% aseguran sentirse egoístas al admitir que les gustaría tener más tiempo para sí mismas. Ese sentimiento de culpa, por algo tan comprensible y legítimo como contar con tiempo para uno mismo, no se da de forma tan acusada en otros países europeos", explica Patricia Adam, responsable de comunicación de Sitly.
Los obstáculos económicos, laborales y emocionales a los que hacen frente las madres a la hora de tener un hijo tienen múltiples consecuencias. España registra ya los índices de natalidad más bajos de los últimos 40 años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). A este factor hay que añadir el retraso de la edad media para tener un hijo. El informe sobre el Estado de la Población Mundial, llevado a cabo por el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), indica que la edad media para ser madre en España es de 31,9 años, siendo el país de la Unión Europea en el que se tienen hijos más tarde.
Aunque se ha avanzado mucho en corresponsabilidad, todavía queda camino por recorrer. Socialmente, se sigue interiorizando que es la mujer sobre quien recae la carga familiar. Esta exigencia la asumen muchas madres como una responsabilidad. De esa obligación asumida en solitario, surge la mayoría de las veces el sentimiento de culpa y la impresión de no abarcarlo todo.
Así, ocho de cada diez madres españolas asegura tener la sensación de "no llegar a todo" y un 85 por ciento de las encuestadas ha pensado alguna vez que otras madres lo hacen "mejor" que ellas.
Falta de tiempo de ocio y para sí mismas
Otro de los factores en los que coinciden la mayoría de madres europeas es la falta de tiempo de ocio. El 91 por ciento de las españolas confiesan estar tan ocupadas con el trabajo, las responsabilidades familiares y domésticas, que no encuentran tiempo para ellas mismas. Cuatro de cada 10 asegura no salir nunca en pareja sin los niños. Además se lamentan de que el poco tiempo libre con el que cuentan, lo acaban dedicando a las tareas domésticas (el 69% de las encuestadas).
En cuanto a las posibles soluciones, el 93 por ciento cree que contar con una mayor flexibilidad en los horarios de trabajo facilitaría la conciliación de la vida laboral y familiar.