Los ayuntamientos que trasladan sus residuos al centro de tratamiento de Ulea pasarán de pagar 39,8 euros por tonelada a 31,2, gracias a la modernización de las instalaciones de esta planta

La rebaja en el canon de recogida de residuos del centro de tratamiento de Ulea ahorrará un total de 1.724.664 euros a los 32 municipios a los que da servicio esta planta. En concreto, la tasa que paga cada uno de estos ayuntamientos pasará de 39,8 euros anuales por tonelada tratada a 31,2 euros.

La Junta de Gobierno del Consorcio de Gestión de Residuos Sólidos (Cogersol) celebrada hoy aprobó esta reducción, que se produce tras la puesta en marcha de la nueva planta de tratamiento de residuos, automatizada y más eficiente y que permite aumentar tanto la cantidad de residuos que se tratan como los subproductos que se recuperan y la población a la que se da servicio, dentro del trabajo del Gobierno regional por fomentar la economía circular.

Los proyectos de mejora de la planta han permitido incrementar los ratios de recuperación de productos reciclables hasta el ocho por ciento en la fracción resto y el 70 por ciento de la fracción de envases ligeros, mediante la incorporación de las mejores técnicas disponibles en el mercado, como separadores balísticos, separadores magnéticos e inductivos y separadores ópticos, que minimizan el impacto ambiental y reducen el rechazo de selección de los residuos.

El consejero de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente, Javier Celdrán, presidió la reunión de este órgano de gobierno y destacó que estas mejoras en la gestión de los residuos sólidos "suponen un importante beneficio tanto desde el punto de vista medioambiental como económico y son consecuencia del trabajo del Gobierno regional por la modernización y la innovación. Vemos cómo la inversión en innovación hecha en el centro de tratamiento de residuos va a tener un efecto en medio millón de habitantes de 32 municipios de la Región y va a contribuir a la mejora y conservación del medio ambiente", subrayó Javier Celdrán.

El ahorro en cada uno de estos 32 ayuntamientos oscila desde los casi 6.000 euros anuales en municipios de menor tamaño como Ricote o los poco más de 2.000 euros de Ojós, a los 234.537 euros de ahorro en Molina de Segura, los 143.049 euros de Mazarrón, los 137.189 euros de Torre Pacheco o los 114.934 euros de San Pedro del Pinatar.

Esta mayor eficiencia en la gestión de los residuos sólidos supone no solo un importante ahorro para los ayuntamientos, sino una reducción del consumo energético y un menor consumo de materias primas, ya que los materiales que se recuperan en esta nueva planta se emplean posteriormente como materias primas para la fabricación de otros productos que de otra manera habría que extraer de la naturaleza.

Así, por ejemplo, el aluminio recuperado en la planta se emplea posteriormente para fabricar chapas de automóvil, bicicletas o bastones de esquí, los envases de plástico como las botellas de leche y agua se transforman en fibra textil, láminas impermeabilizantes, tuberías de riego o en nuevos envases para uso no alimentario, mientras que los cartones de brick, por su parte, se usan para fabricar aglomerado para mobiliario urbano o material de oficina, así como papel, polietileno o aluminio.