Unos 70 profesionales sanitarios abordaron el tratamiento y la implicación de distintas especialidades médicas en la lucha contra el linfoma en el marco del curso 'Linfoma, patología multidisciplinar: del diagnóstico citohistológico al tratamiento personalizado'.
Esta acción formativa, que ha contado con inscritos de diferentes especialidades y de todos los hospitales de la Región, va dirigida a médicos especialistas y residentes de Medicina Interna, Hematología Oncología, Anatomía Patológica, Radiología, Medicina Nuclear y Farmacia.
La primera Jornada fue inaugurada por el profesor Vicente Vicente, jefe del servicio de Hematología y Oncología Médica del hospital Morales Meseguer, que recordó la necesidad de trabajar de forma coordinada en ésta y otras patologías.
Desde el Comité Médico de linfomas del citado hospital, apoyados por la Unidad de Docencia e Investigación (UDICA) y Janssen, a través de su programa Hematology Medical Education, se ha organizado este curso con el que se pretende aportar una visión amplia y de alto nivel científico gracias a especialistas de esta patología con gran experiencia asistencial.
En el transcurso del encuentro, que se celebró en el hospital Morales Meseguer, se profundizó en esta enfermedad amplia y heterogénea que precisa del entendimiento biológico, clínico y terapéutico.
Características
El linfoma es una patología principalmente de los ganglios linfáticos, pero puede afectar a cualquier órgano. Se presenta con un amplio rango de síntomas, y puede ser diagnosticado por distintos profesionales, desde médicos de familia a diferentes especialistas. Tradicionalmente se dividen en linfomas de Hodgkin y linfomas no Hodgkin de células B y T.
En esta misma línea, representan un amplio espectro de enfermedades que pueden variar desde un crecimiento lento a una enfermedad agresiva y de crecimiento tumoral rápido. Tienen su origen en los linfocitos y los distintos subtipos reflejan el momento en el que se transforma la maduración normal de estas células.
Los grandes avances en el conocimiento de la biología y la genética celular del linfoma, junto al desarrollo de nuevas técnicas para el diagnóstico y su seguimiento, así como nuevas y selectivas armas terapéuticas han mejorado la capacidad de los profesionales sanitarios para el control y la curación de este tipo de tumores.