La diputada del Grupo Parlamentario Socialista Presen López Piñero ha reclamado en la Asamblea que se lleve a cabo una profunda revisión, actualización y reforma del actual permiso por puntos, en colaboración con los agentes implicados en la seguridad vial, para lograr la reducción de la siniestralidad y llegar al objetivo marcado por la Unión Europea en 2020. Esta iniciativa ha logrado el apoyo unánime de todos los grupos parlamentarios.
El carné por puntos entró en vigor el 1 de julio de 2006, con la aprobación de la Ley Orgánica 17/2005 del 19 de julio. Supuso un gran cambio a nivel cultural para la sociedad española en cuanto al comportamiento en las carreteras, al tiempo que fue un gran revulsivo para la luchar contra la elevada siniestralidad que se venía produciendo. Con esta fórmula se consiguió pasar de 5.000 fallecidos anuales a unos 1.700 en apenas cuatro años.
En los últimos años las infracciones y accidentes por la utilización del móvil al volante se han disparado. Por ello, Presen López propone la revisión de las infracciones que detraen puntos y que el uso del móvil al volante se penalice con 6 puntos. Actualmente, la sanción prevé la retirada de tres puntos, mientras que el consumo de alcohol o el exceso de velocidad puede llegar a suponer la pérdida de seis puntos, en función de por cuánto se supere el límite máximo autorizado. Otras sanciones, como no llevar puesto el cinturón de seguridad, el casco o la sillita para menores se penaliza con la pérdida de 4 puntos, y sobrepasar en 20 kilómetros por hora la velocidad máxima en las carreteras convencionales -que quedará fijada en 90 km/h- con 2 puntos.
El exceso de velocidad venía siendo la infracción más común entre los conductores, acaparando casi la mitad del total (46%). No llevar puesto el cinturón de seguridad o sistemas de retención infantil (11%), el uso del móvil y otros dispositivos (10%) y consumo de alcohol o drogas (9%).
"Si queremos llegar a los Objetivos de Europa 2020 sobre siniestralidad en las carreteras debemos actuar ya, porque los datos confirman un alejamiento claro de ese objetivo".
La UE quiere que la cifra de víctimas en carretera en 2020 sea al menos la mitad que las de 2010. España fue entre 2015 y 2016 uno de los países europeos donde más creció en porcentaje el número de muertos en carretera, con un 7%. Aunque en 2016 bajó el número de víctimas mortales con respecto a 2015, no lo hizo lo suficiente para evitar que ahora quede más lejos que nunca el objetivo para 2020.